¿Soy yo o todas pasaríamos este verano 2020 (y la eternidad) dentro de este vestido (de Zara)?

Blanco. No 100% blanco, quizás tenga un 20% de crudo, o lo que alguien avispado tuvo a bien llamar 'blanco roto' a pesar de no tener fisuras, de ser un plan perfecto en todas sus puntadas. Del color del que se casan todas las novias excepto Sarah Jessica Parker, que hoy arrepentida, eligió el negro a finales de los noventa, o Jessica Biel, que se quedó con un diseño Haute Couture en rosa palo de Giambattista Valli; el que simboliza la pureza en pleno éxtasis y el que toleran las que solo visten de negro; por algo será. El blanco es calma y es verano, y en todo lo que ello implica nos quedaríamos a vivir no un par de meses, sino una eternidad, especialmente si fuera dentro de este vestido rústico de la nueva colección Zara, si alguien nos prometiera que sus mangas nunca perderían fuelle ni volumen pasaran cinco o 500 años y la cintura se marcara como si estuviera dibujada y cincelada.

En ese paraíso o mundo paralelo estaríamos toda la vida, y es más fácil soñar con él que conseguirlo, porque la única pega que tiene es su bajo nivel de existencias. No queda ninguno. Lo tuvimos en la mano y desapareció. Arrepentidas 0 – Zara 1.

© Cortesía Zara

Demasiadas veces la misma historia y eso que de pesares una no vive. La tendencia no es ni por asomo nueva aunque hace meses que el blanco es más negro que nunca e incluso más poderoso que cualquier rojo. Lo dijo alto y claro Jennifer Aniston en los últimos premios Screen Actors Guild Awards (SAG) con su sleep dress  vintage de Dior firmado por John Galliano en los 90, pero inspirado en la moda de los años 30; lo repitió Renée Zellweger tras ir vestida de ella misma a los premios Oscar de 2020 con un diseño minimalista y asimétrico de Armani con el que no solo recogió la estatuilla a la Mejor Actriz por Judy, sino que se coló en todas las listas de las mejor vestidas; y lo mismito hicieron Greta Fernández, de Gucci, o Bárbara Lennie, de Carolina Herrera, románticas y elegantísimas nivel experto las dos en la pasada edición de los Premios Goya. Todas iban de blanco.

Porque los vestidos blancos no son patrimonio ni de galas, ni de Ibizas, Formenteras ni otras islas, pero sugieren y apetecen tanto como una alfombra roja o unas vacaciones, queremos llevarlos ya. Porque el de Zara, que tiene un nudo que cae perfecto en el canalillo del escote, tiene además un largo idóneo para llevar con cuñas o con chanclas, necesitamos tenerlo ya. Porque lo vimos hace unas semanas, recién salido del taller, pero lo dejamos escapar, rogamos que vuelva ya.

© Cortesía Zara

Vestido rústico, de Zara. COMPRAR

Porque el blanco nos hace sentir bien, nos devuelve la luz y la tranquilidad y nos acerca todavía más a las tendencias, el rústico de Zara, agotado hasta la extenuación, debería volver. Porque viviríamos mil años con él puesto y no nos cansaríamos ni un solo día, y porque es deliciosamente perfecto, también debería volver.

Te estamos esperando, ¿vienes ya?

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