La tendencia que triunfará en 2020 (más que cualquier camisa, vestido o pantalón vaquero) será la de comprar sin probar.
Lo que hace algunos años era impensable se ha convertido en una práctica más o menos habitual para gran parte de la población. La falta de tiempo, las prisas, las jornadas y laborales y, sobre todo, las facilidades que ofrecen algunas tiendas para los envíos y las posibles devoluciones, ha propiciado un aumento generalizado del comercio online. Cierto es que el ir de shopping es, para muchas, un afición que va más allá del simple hecho de realizar una compra y que para algunos sectores –a partir de cierta edad– todavía entraña cierto “riesgo”, pero todo apunta que, al margen de preferencias individuales, el comercio online crecerá exponencialmente durante los próximos meses y se instalará de manera generalizada entre una gran parte de la población.
Desde el pasado 20 de abril, países como Alemania y Austria ha ido relajando las medidas de confinamiento y han permitido cierta actividad en los comercios, entre ellos, las tiendas de moda de menos de 600 metros cuadrados, pero las condiciones para mantener la seguridad son exigentes y eso provocará, inevitablemente, que muchos se lancen, por fin, a comprar a través de Internet. En España, esta semana abrirán algunos locales del pequeño comercio y otros permanecerán todavía cerrados, pero hay muchas voces que aseguran lo complicado que será probarse y comprar ropa hasta, al menos, finales de año. Entre las dificultades fundamentales –además de las limitaciones del horario y del aforo–, se encuentra el uso de los probadores: no se podrá acceder a ellos en todas las tiendas y, en las que sí, habrá que cumplir, previsiblemente, unas estrictas medidas de higiene y desinfección de las prendas y de los espacios. Todas estas cuestiones hace que, inevitablemente, nos preguntemos si el 2020 será el año en que, al fin, seamos capaces de comprar sin probar.
© Imagen de Getty Images
Cierto es que, mucho antes de que nos encontrásemos inmersos en esta situación, muchas tiendas del circuito comercial habitual –en general todas las que pertenecen al grupo Inditex–, ya habían comenzado a facilitar el proceso online de compras, envíos y devoluciones, hasta el punto de que muchas de nosotras preferimos comprar en el ecommerce de Zara que ir a sus tiendas. La página web y la aplicación de la firma gallega es sencilla, intuitiva y, una vez que tienes guardados todos tus datos, darle al click y hacer efectiva una compra no lleva más de dos minutos. Además, facilitan la devolución de sus artículos a través de cualquiera de los múltiples puntos de venta de los que disponen.
Otra de las modalidades que parece, cobrará fuerza, es el sistema de click and collect que ya han empezado a implementar algunas grandes cadenas. Recoger las compras digitales en el espacio físico a través de un código QR agilizará el proceso y evitará las aglomeraciones.
© Cortesía de Bershka
Top cropped, de Bershka. COMPRAR
Esta semanas en casa han propiciado la reflexión. Muchas nos cuestionamos la relación con nuestro armario y tratamos de analizar todo lo que ya tenemos y lo que necesitamos y, en última instancia, lo que deseamos. Las tendencias que han (re)nacido durante la cuarentena prometen acompañarnos durante, todavía, algunos meses más y es su propia naturaleza la que también favorece el acto de comprar sin probar. Porque con la sensación en el cuerpo de que este será, probablemente, el verano más casero de nuestras vidas, muchas preferiremos la camisa masculina al top de mangas abullonadas, los vestidos sueltos a los pantalones pitillo y los vaqueros largos y holgados a los pantalones de vestir.
© Cortesía de Zara
Vaqueros, de Zara. COMPRAR
Si ser coherente con nuestra forma de vida ha sido siempre una de las máximas que rigen las compras sensatas, esta nueva etapa en la vida de todos exige una estricta puesta en práctica. Ser pragmática, planificar (en la medida de los posible) cómo será nuestra vida durante los próximos meses y asumir que, probablemente, seguiremos apostando por el confort chic, inclinará la balanza hacia las compras con cabeza a través de la pantalla.
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