Mila Ximénez relata, en su vuelta a la televisión, el sufrimiento que ha vivido en la cuarentena
El confinamiento de Mila Ximénez ha estado marcado por las muestras de cariño a algunas de sus compañeras de programa como Lydia Lozano o María Patiño por las que éstas han acabado llorando en directo. Por no hablar de la emotiva carta que mandó a todos los sanitarios que están ayudando a tantas personas durante la crisis del coronavirus. Pero su bucle de tristeza y su estado mental no tuvieron piedad con su aislamiento.
La colaboradora de ‘Sálvame’, ha vuelto al plató de Telecinco para reencontrarse con Jorge Javier Vázquez y otros colaboradores. Así, en un pequeña entrevista, la sevillana ha relatado el duro infierno que ha vivido estos dos meses sola. El primero de los motivos por el herpes zóster que ha padecido y por el que ha comido muy poco por culpa de los dolores que esta infección le provocaba en la cara.
Mila Ximénez ha reconocido que llegó a un punto en el que no quería salir de casa, admitiendo que es muy posible que haya desarrollado el síndrome de la cabaña.
Incluso en sus primeras salidas, ha confesado que volvía a casa llorando y desorientada: «Cuando salí el primer día, fui a comprar tabaco porque no podía más y de repente me perdí, no sabía dónde estaba».
Pero el peor episodio que vivió fue el día que tuvo que llamar al 112tras vivir un estado de paranoia: «El peor día fue el que me dio una paranoia, estaba convencida de que no me iba a despertar. Llamé al 112 por si me podían venir a buscar. A la tercera llamada colgué. Esto debe ser el karma, no me pude despedir de mis padres, tuve muy mala suerte. Pensé que si me iba a un hospital y me moría iba a ser mucho más sufrimiento.».
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