Dakota Johnson y la revelación sobre su abuela Tippi Hedren: todavía vive con más de 10 tigres y leones
Cuando le preguntan a Dakota Johnson si su abuela Tippi Hedren sigue viviendo con felinos su respuesta es muy natural. “Sí, tiene 13 o 14 tigres y leones”, y antes había 60 gatos, “ahora solo tiene un par”. Lo que es increíble para cualquiera, en casa de Hedren es algo normal, de ahí que su nieta lo vea como lógico que su abuela de 90 años conviva con más de una docena de grandes felinos. Es lo que siempre ha visto Dakota en casa de la protagonista de Los pájaros (1963) la célebre película de Alfred Hitchcock.
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Fue después de aquel rodaje cuando Hedren, ya convertida en estrella del cine de Hollywood a costa de un terrible maltrato por parte de uno de los considerados genios de la industria, viajó a África junto a su entonces marido Noel Marshal para rodar Satan’s harvest. Allídescubrieron una casa abandonada en Mozambique que estaba completamente tomada por 30 leones que la habían convertido en su hogar.
Amantes de los animales, comenzaron a darle vueltas a la idea de hacer una película sobre una familia que compartía la casa con grandes felinos pensando que el proyecto podía servir para ayudar a la preservación de esas especies amenazadas y de demostrar que fieras y humanos podía convivir sin problemas.
Un entrenador de animales para películas de Los Ángeles les sugirió que si querían saber algo sobre leones lo mejor sería que vivieran con ellos un tiempo. Y eso fue lo que hicieron. Les llevó a Neil, un león que alquilaba para publicidad y televisión, a su casa. Testigo de la armonía familiar lograda es una increíble sesión de fotos de Michael Rouger en la revista Life en 1971 con imágenes como esta, que viéndola ahora Dakota, ni se inmuta, aunque el león aparezca por la ventana de la cocina mientras Hedren habla tranquilamente por teléfono.
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Tan plácida era la convivencia con el animal salvaje de 180 kilos, con el que Melanie descansa en la cama y sobre el que Tippi se apoya para leer el periódico, que comenzaron a rescatar otras fieras y llevarlas a casa. El vecindario comenzó a protestar y se trasladaron todos, por supuesto también los animales, a la reserva de Shambala en el desierto de Mojave, donde ser rodó la mayor parte de Roar con un resultado que nada tuvo que ver ni con las expectativas ni con la tranquilidad de Neil, lógico visto con otros ojos.
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Tippi Hedren confesó después haberse arrepentido de meter en casa a las fieras poniendo en peligro la vida de su hija y de los hijos de su entonces marido, pero ella siguió viviendo en su santuario para grandes felinos Shambala sufragado con el dinero de una fundación -Roar- creada por ella misma para rescatar a animales de zoos y circos.
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