Odile, hija de Félix Rodríguez de la Fuente: "Mi padre me legó la confianza en mí misma"

Odile Rodríguez de la Fuente se licenció en Biológicas y Producción de Cine en la USC, en Los Ángeles. Durante algunos años, trabajó en la sede de National Geographic (USA). En 2004 creó y fue directora durante 15 años la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. Escribe artículos para la prensa, es conferenciante y colabora con diferentes medios. Forma parte del patronato Rewilding Europe, y se ha convertido en una gran divulgadora del reto que supone el cambio climático para la humanidad.

Y además, es la menor de las tres hijas de Félix Rodríguez de la Fuente y Marcelle Parmentier. Odile ha sido la divulgadora del legado de su padre y cuando se cumple el 40 aniversario de su fallecimiento en Alaska ha publicado el libro Félix, un hombre en la tierra (Editorial GeoPlaneta. Ilustraciones originales Cristina Soriano). Un recopilatorio ilustrado del pensamiento del hombre que despertó la conciencia medioambiental de todo un país.

Hoy Corazón Era imposible que la hija de Félix no compartiera su vida con algún animal. Odile, ¿quiénes son estos animalillos?

Odile Rodríguez de la Fuente Son dos canes y se llaman Pipo y Pipa. Son hermanos y han cumplido en abril dos años. Son gallegos, y tuve que ir a Galicia a por ellos porque son de la misma raza que Imanol, (petit basset griffon), nuestro anterior perro que murió atropellado unas vacaciones. Fue un disgusto tremendo para la familia.

H.C. Pipo y Pipa han tenido suerte de seguir juntos.

O.R. Tenían cuatro meses y cuando los vi me enamoré de los dos. Bueno, de todos, pero menos mal que mi marido es más racional y pragmático, que si no, me traigo a toda la camada.

H.C. ¿Se parecen en el carácter?

O.R. Son diferentes y hasta mis hijos lo notan. Pipa es muy lista y habla mucho. Pipo es noblote, tranquilo. Pero se llevan fenomenal, no se separan, duermen juntos…

H.C. Nadie sabe mejor que usted la importancia que los animales tienen en la vida de los niños. ¿Siguen sus hijos la estela familiar?

O.R. Mis hijos (Claudio, de 10 años y Jaime, de siete ) cuando vienen del colegio tienen su sesión de diez minutos tirados en el suelo con Pipo y Pipa, revolcándose y dándoles besos. Se adoran, son sus hermanos peludos.

H.C. El 14 de marzo de 1980, su padre perdía la vida en un accidente de avioneta en Alaska. Usted acaba de publicar ‘Félix, un hombre en la tierra’. ¿Es un homenaje a su memoria?

O.R. Yo conozco muy bien la obra de mi padre y hay un aspecto que desconoce el gran público. Él fue un filósofo, un agitador de conciencias… y esa parte más reflexiva y adelantada a su tiempo no es tan conocida. Es un libro que va a sorprender a la gente, porque mi padre fue un visionario. En los años 70, nos hablaba de internet, de la agricultura ecológica, de las energías renovables y la contaminación de los plásticos. Es un libro importante en estos momentos.

H.C. Es la principal divulgadora del legado de su padre. ¿Ha trasmitido a sus hijos los valores del abuelo?

O.R. Después del fallecimiento de mi padre siempre hablábamos de él en presente. Yo he dedicado gran parte de mi vida profesional a mi padre y a mantener vigente su obra. Mis hijos se sienten orgullosos de llevar parte de sus genes y de tener como referente al hombre que despertó la conciencia ecológica y ambiental en nuestro país.

H.C.

¿Debería estudiarse en las escuelas e institutos la obra de su padre?

O.R. Sí. Estoy convencida. Pero no por él, sino por nosotros, porque sigue siendo el mejor catalizador y el mejor para afianzar el sentido de pertenencia que es el milagro de la vida y el fenómeno vital.

H.C. ¿Qué recuerdos guarda de él como padre?

O.R. Que era muy humano y cariñoso, nos abrazaba constantemente. Yo estaba encima de mi padre todo el tiempo. Lo digo en el libro, La vida de mi padre era como un personaje de ficción. No se escolarizó hasta los diez años y vivió una infancia libre. Luego estudió Medicina y siguió su propia vocación y su propio camino, en un momento tan complejo como fueron los años 50 y 60. Nació y murió en el mismo día en un lugar en el que soñaba de pequeño, el Gran Norte.

H.C. ¿Cree que ha heredado usted algún rasgo de su carácter?

O.R. Me legó la confianza en mí misma y se lo agradezco mucho. No fue un padre autoritario, le encantaban los niños y le gustaba ver nuestra visión del mundo…

H.C. Está centrada en el Cambio Climático: ¿las consecuencias será más duras que el Covid19?

O.R. Yo, como mi padre, confío plenamente en nuestra especie y estoy segura de que saldremos adelante sacando lo mejor de nosotros mismos.

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