La increíble lección que Marc Jacobs ha dado al mundo de la moda ante los desperfectos en su tienda de Los Ángeles

Pasan los días, pero no ceden las protestas de los estadounidenses ante la muerte de George Floyd, un episodio de violencia policial que ha desatado un estallido contra el racismo y la desigualdad que vive el país en plena pandemia del coronavirus. Una de las manifestaciones de la rabia social son los saqueos de tiendas de todo tipo, pero especialmente de productos de lujo y tecnología. Durante las primeras jornadas de las marchas, cuando la policía aún no había reaccionado con la contundencia que ha ordenado el presidente Donald Trump, los vídeos con la irrupción de los saqueadores en tiendas de Gucci, Louis Vuitton o Chanel invadieron las redes sociales. En algunos casos, los desperfectos no llegaron más allá de pintadas y pedradas. Es el caso de la tienda de Marc Jacobs en Los Ángeles, que apareció con pintadas con los nombres de George Floyd y Sandra Bland (quien apareció colgada en su celda en Texas en 2015, tras ser detenida por una nimia infracción de tráfico). Su reacción da muestra de los valores y la humanidad que ahora mismo tiene que sostener la industria de la moda.

Bajo las fotografías en las que mostró las pintadas en su tienda de Rodeo Drive, Marc Jacobs escribió solo una línea que ya lo expresa todo:»A life cannot be replaced. Black lives matter (Una vida no puede ser sustituida. La vida de las personas negras importa)». No se trata de una nimiedad retórica, sino de un cambio de enfoque ciertamente radical en un país y en un negocio en el que el producto, la propiedad, lo material se coloca como la categoría más importante y el objetivo que justifica cualquier tipo de movilización social y política. Jacobs se opone así desde un punto de vista cien por cien feminista: lo primero es la vida.

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Poco después, Marc Jacobs decidió ampliar un poco más su perspectiva con un segundo texto muy clarificador. En él escribió: «Jamás dejes que te convenzan de que un cristal roto o cualquier desperfecto en una propiedad es violencia. Podemos reemplazar lo material, pero no las vidas humanas«. Otras marcas han reaccionado rápidamente para colocarse al lado de los manifestantes que piden justicia para George Floyd y el fin del racismo, entre ellas Nike, Adidas, o Balenciaga. Sin embargo, Virgil Abloh, creador de Off-White y director artístico de la línea de hombre de Louis Vuitton, colgó en sus redes sociales una queja sobre una tienda de moda destrozada. El propietario de esa misma tienda le contestó: «Lo quiero remarcar todo lo posible: las tiendas no son lo que debería preocuparnos ahora mismo».

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