¿Sabes qué es el bordado suizo? Stradivarius jura que es más veraniego que un vestido ibicenco y más tendencia
La tendencia canta por soleares, aunque llegados a este punto, ¿no convedría más calificarlo de fondo de armario estival? Cuando lo temporal se vuelve recurrente, quizás mejor sí, por eso el bordado suizo es más verano que el propio verano, no se salva de una tormenta ni a 35 grados a la sombra y es más ibicenco que el propio Pachá. Tan viejo como nuevo, esta forma calada que se apodera de algodones, linos y tejidos de popelín y que es más romántica que casi cualquier encaje, y que nos perdonen estos, se remonta varios siglos atrás, y si bien algunos ubican su origen en la época victoriana no hay mes de junio del siglo XXI que no se cuele en todos los look books. De Zara a Zimmerman y sus maravillosos vestidos con los que casarse al aire libre o tomarse un helado, pasando por supuesto por Stradivarius.
Prima hermana de la niña bonita de Inditex, la manera en la que la casa le ha dado forma a este bordado fresco, naif y con toques de sensualidad que se caracteriza principalmente por los orificios rematados que normalmente forman flores, es lo primero que una ve al abrir su sitio online. El bordado suizo apetece llevarlo siempre, pues si bien no deja ver por completo qué hay debajo, sí insinúa el color de la piel.
© Cortesía Stradivarius
Casi siempre en blanco como los vestidos de ibicencos, pero flexible y capaz de adoptar otras tonalidades como la lila del vestido Stradivarius (o el que hay muy similar en la colección Conscious de H&M), el bordado de las flores perforadas siempre lleva consigo un extra de monería con los pequeños volantes que rematan bajos y mangas, con los botones forrados o de nácar y o con los volúmenes que en cualquier punto del patrón siempre suman.
Stradivarius está lleno de bordados suizos porque son al verano lo mismo que los polos de sabores y nadie en su sano juicio querría renunciar a esta moda que según se mire es súper nueva a estas alturas del año, o súper vieja cuando llega septiembre.
Y además de sus bondades estilísticas no olvidemos que resalta el moreno y que queda que te mueres con prendas vaqueras. Por eso siempre vuelve, con forma de blusa, camisa, vestido, bikini o short para dormir.
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