Así ha sido el reencuentro familiar de los Franco: la polémica bandera, la reaparición de Merry, y Tejero esperando en Mingorrubio
Poco antes de las nueve de la mañana, tres minibuses con escolta recorrían Madrid recogiendo a los miembros de la familia Franco desde su domicilio hasta El Escorial, por acuerdo con el Ejecutivo. Dentro, viajaban siete de los nietos del dictador (Arantxa, Carmen, Cristóbal, Francis, Jaime, Mariola y Merry) y varios de sus bisnietos (prácticamente todos salvo Cynthia Rossi y Leticia Giménez-Arnau), así como el abogado de la famlia, Felipe Utrera. En la basílica les esperaban las autoridades, empezando por la ministra de justicia en funciones, como notaria mayor del reino, Dolores Delgado. Una de las tres personas presentes en la exhumación: los otros dos escogidos han sido los nietos Cristóbal y Merry Martínez-Bordiú.
Tanto la recogida como el traslado de los familiares hasta el Valle de los Caídos se han sucedido sin incidentes, salvo por Francis Franco, que colgó una bandera del régimen en su balcón que las autoridades le hicieron quitar. La misma bandera que ha llevado consigo al interior del recinto, donde sólo podían acceder los acreditados. Y con la que tenía la intención de cubrir el féretro, algo que la Abogacía del Estado le ha impedido. Una vez desembarcados en el exterior de la basílica, hemos podido ver escenas de reencuentro y afectuosos saludos entre los familiares, todos de riguroso luto.
Precisamente es Francis, que se ha paseado antes las cámaras con la bandera plegada, el designado para acompañar los despojos en el helicóptero Super Puma del Ala 48 del Ejército del Aire -especializado en rescates y evacuaciones-. Que viajarán en el féretro original -por decisión de la familia, aunque el ataúd está deteriorado-, hasta el cementerio de Mingorrubio-El Pardo. Allí, todos los famliares sí estarán presentes en la reinhumación, que dispondrá los restos junto junto a los de la esposa de Franco, Carmen Polo. Y que oficiará un hijo del golpista Tejero. Allí les esperan unas 300 personas concentradas. El acceso a la basílica para los que querían demostrar su afecto al dictador o protestar la decisión ha sido imposible, aunque tampoco se han producido sucesos reseñables.
Fuente: Leer Artículo Completo