¿Problemas con tus uñas? Así es como ellas hablan de tu salud
En cuestión de piel saber cuando algo va mal es fácil: se muestra más seca de lo normal, aparecen rojeces, de repente tienes un brote de acné… Pero, ¿qué pasa con los problemas que también sufren tus uñas? Ellas no solo denotan la falta de ciertos cuidados estéticos, sino que también son capaces de chivarte como está tu salud general. Toma nota de las cinco principales señales de advertencia en las que te tienes que fijar cada vez que te hagas la manicura en casa.
Separación por capas
El exceso de agua, sobre todo ahora que no paramos de lavarnos las manos para mantenernos a salvo del coronavirus, puede causar la rotura con facilidad o la aparición de una rajita (onicorresis) que hace que las uñas se separen por capas. La solución pasa por evitar el uso de jabones agresivos y utilizar guantes para siempre que vayas a tener contacto directo con productos de limpieza.
Color amarillento
Si es leve puede deberse al abuso de esmaltes, por lo que es recomendable que dejes que tus uñas respiren de tanta manicura, sobre todo semipermanente, durante un tiempo. Pero si el color es más intenso el problema puede ser más grave: infecciones por hongos o bacterias, psoriasis o con un problema de hinchazón en las manos.
Uñas quebradizas y débiles
El consumo excesivo de alcohol, el envejecimiento general y una dieta deficiente en vitaminas B, D y hierro pueden causar que tus uñas se rompan con más facilidad.
El estrés también es un culpable común de las uñas débiles, ya que cuando nuestro cuerpo está bajo presión tiene un suministro limitado de nutrientes, por lo que se los lleva de lugares menos importantes, como pelo o uñas, para enviarlos a los órganos vitales (cerebro o corazón).
Manchas blancas
Siempre se ha dicho que su origen se debía a una falta de calcio, pero esto no es cierto. Las manchitas blancas son sinónimo de leves microtraumatismos cerca de la cutícula, que aparecen después de que te des un golpe o de que simplemente te metas las manos en los bolsillos unos vaqueros muy ajustados. Solo hay que temer estas cuando son grandes y ocupan incluso la mitad de la uña, ya que puede ser síntoma de insuficiencia renal o cirrosis.
Estrías
Las longitudinales son las más habituales. Aparecen con la edad (alrededor de los 60 años), suelen ser hereditarias y, aunque no son muy estéticas, no tienes que preocuparte por ellas. Para disimularlas utiliza una base específica que aporta uniformidad a la uña.
La transversales, conocidas como líneas de Beau se producen después de una alteración en el crecimiento de la uña. Las causas pueden ser falta de zinc, procesos febrilesagudos o diabetes no controlada.
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