Penélope Cruz se queda en la península: así son sus exclusivas vacaciones familiares en Vila Vita Parc, del Algarve portugués
El verano de 2018 fue uno lleno de lujo portugués para Penélope Cruz y Javier Bardem, que decidieron quedarse en la península, pero sin renunciar a todo lo que es propio de la High Class. Este año, la decisión de no desplazarse a tierras lejanas es casi es impuesta, pero no supone un problema para la actriz madrileña. Vanity Fair ha podido saber que Penélope Cruz se encuentra descansando junto a su familia en el Vila Vita Parc, uno de los hoteles de 5 estrellas mejor valorados del Algarve portugués. Igual que hace dos veranos.
El complejo cuenta con habitaciones que oscilan entre los casi 600 euros por noche en agosto por la más ‘sencilla’, hasta los desorbitantes de las villas privadas que ascienden a los 8.000. Es precisamente la más cara de todas, la Vila Trevo, la que se cree que Penélope y Bardem escogieron durante su anterior estancia en el complejo. Se trata de la más grande de todas, con 672 metros cuadrados, y cuenta con cinco habitaciones estilo suite, repartidas entre dos de sus tres plantas y equipadas con grandes vestidores y baños. En el jardín, la piscina infinita (con hidrochorros y corriente de natación para entrenar) con vistas al atlántico no tiene nada que envidiar al resto de zonas comunes del hotel, que se extienden a lo largo y ancho de 22 hectáreas inundadas de vegetación tropical.
Entre los lujos añadidos de los que la actriz de Dolor y Gloria puede disfrutar se encuentran un gimnasio privado e incluso un jacuzzi en el ático panorámico del encantador palacete, que también tiene ducha incorporada y barbacoa. Además, durante la ocasión anterior, según los medios portugueses, el matrimonio no escatimó en gastos y escogió el tratamiento más caro y exclusivo de los que se pueden elegir en el spa del complejo. Los protocolos que ofrecen son tanto faciales como corporales, todos fitoaromáticos, y vienen de la mano de la firma Sisley.
Quizá, el más impresionante de los reclamos por los que el Vila Vita Parc se llena cada año y por lo que es más que difícil conseguir una reserva en la villa de Penélope -a pesar de su precio-, es su impresionante ubicación. El alojamiento se encuentra encaramado a los acantilados del municipio de Porches, gracias a lo que consigue unas vistas espectaculares al océano y una privacidad absoluta. Su gran extensión e infinidad de servicios hacen que solo haga falta salir del enorme complejo para acceder a la playa aislada de arena blanca que se encuentra bajo las rocas.
Cruz y sus allegados seguro no pasan hambre ni tampoco se aburren en su descanso estival. El hotel cuenta con la mejor gastronomía repartida entre 11 restaurantes, de los que uno de ellos, Ocean, cuenta con dos estrellas Michelin. Todos ellos se autoabastecen de los huertos ecológicos, la granja y el jardín orgánico con los que cuentan y que contribuyen a reducir la huella de carbono. Entre las actividades que pueden hacer organizadas por el hotel, llaman la atención los viajes en catamarán para explorar los ecosistemas que habitan en las aguas de los acantilados o las excursiones para elaborar pan, fabricar queso o embotellar vino. Seguro experiencias inolvidables por las que Penélope ha vuelto con su familia al sur de Portugal.
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