Su amor sale a la luz; ‘Amar es para siempre’
QUÉ HA PASADO
• El médico dice a Armando que tiene metástasis.
• Un atracador mata a Sofía.
• Luisita y Amelia tramitan la adopción de Teo.
Curtis se toma la justicia por su mano y se enfrenta a un delincuente, que podría ser el que asesinó a su novia. Tras pasar una noche en el calabozo, Quintero logra sacarlo pero le advierte de que será la última vez: “No puedes ir golpeando a quien te parezca sospechoso”.
Sin embargo, el no cesa en el empeño de acabar con la violencia en el barrio y propone a Marcelino contar con la ayuda de Ray, un matón a quien conoce.
Por su parte, Lourdes y Guillermo están cada día más unidos, después de que Cristina haya dado un paso atrás. “Tú y yo nunca debimos estar juntos –explica a Galán–. Confundimos amistad con amor”.
Sin temor a hacerla daño, la pareja se muestra algo más cariñosa en público aunque no esperan que haya un fotógrafo rondándoles para averiguar con quién está la hija del poderoso Ordóñez.
Las imágenes no tardan en salir en una revista del corazón y en el texto se lee que “ese chico fue antes amante de su madre”.
El escándalo está servido y ambos sospechan de que es una estrategia de Armando para tratar de distraerles del juicio.
La vuelta de Isabel ha trastocado los planes de Luisita y se siente muy triste al despedirse de Teo. De todas formas, es consciente de que debe criarlo su madre. “Venid a verlo a Barcelona cuando queráis. No tiene padre pero sí unas tías estupendas”, asegura la activista.
Manolita relata a Cristina lo sucedido y esta le habla de una novedosa posibilidad para tener un niño: la fecundación in vitro.
La violencia en el barrio se multiplica rápidamente y Benigna y a Manolita son asaltadas cuando van hacia El Asturiano. Por suerte, Sebastián pasa cerca y ahuyenta al maleante. “Menos mal que has aparecido. ¡Qué mal rato! Necesito una copita de anís”, dice la dueña del King’s con el corazón a cien.
Superado por la situación, Marce acepta el plan de Curtis de buscar apoyo: “Tenemos un grave problema”.
Finalmente, y a escondidas de Marina, Fede se acostó con Katherine. Ahora se arrepiente y más cuando su novia le cuenta que les han dado una subvención para meter a su abuelo en una residencia: “Menos mal que rechazaste la propuesta de esa escritora. No necesito el dinero”.
Con el cheque en la mano, el recepcionista se lo entrega a Mateo: “He pensado que se lo des a Luisita y digas que es un regalo de tu padre, que las apoya con su sueño de tener un bebé”.
Inma llega al bufete de recoger las notas de acceso a la universidad con muy mala cara. “¿Has suspendido? ”, pregunta su hermana mayor. “No. Estoy así por vuestras fotos en la revista. Toda la mañana he sido la comidilla de clase. ¿Tanto os cuesta ser discretos”, se queja. Cuando se quedan a solas, la pareja da rienda suelta a la pasión, pero algo para a Galán.
Detrás de Lourdes se le aparece el reflejo de Julia y él se paraliza. “¿Qué te pasa? ¿Es por Cristina?”, se inquieta la chica al percatarse de que él no puede continuar. “No, perdóname. Es que tengo mil asuntos en cabeza”, disimula.
Sorprendidas por el cheque que les dona Mateo, Amelia y Luisita se enteran de la procedencia real del dinero y Marina también…
Irene visita a Ordóñez para comentarle que ha descubierto que Miguel Portoles es un nombre falso que oculta la identidad de un espía en el hotel. “Al menos he conseguido para mis hijos la licencia del casino. Deberías plantearte quitarme la demanda. Ten piedad de mí”, plantea él sin éxito. “Demasiado tarde. Vas a morir solo, ¿lo sabes?”, responde ella con frialdad.
Mientras Manolita organiza un mercadillo solidario, Marcelino anda preocupado por la situación actual del barrio y de Curtis
Tras pasar una prueba para una película, Amelia deja el trabajo en el hotel. “Es la oportunidad que estaba esperando hace años”, piensa ilusionada.
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