Muy discreto, educado en la élite y con amigos vip: radiografía de Fernando Fitz-James, el futuro duque de Alba

Hace ya casi dos años, Madrid se engalanaba para celebrar una de las bodas del siglo: la de Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo en el Palacio de Liria. Fernando, padre reciente y que este 14 de septiembre cumple 30 años, heredará 50 títulos además de colecciones de arte de gran valor, nueve ducados y 30 propiedades, y se convertirá en el próximo duque de Alba. Pero, ¿cómo es este aristócrata al que ni siquiera hemos escuchado dar una sola declaración pública?

Fernando, que se convertía en duque de Huéscar tras morir su abuela en 2014, es el primogénito de Carlos Fitz-James Stuart, hijo de la fallecida doña Cayetana y actual duque de Alba, y de Matilde Solís, hija del marqués de la Motilla. Su hermano Carlos nacía un año más tarde. Sus padres contraíanmatrimonio en junio de 1988 en una gran boda a la que asistieron unos 2.000 invitados en el altar mayor de la Catedral de Sevilla y se separaban 16 años más tarde.

Fernando vivió el divorcio de sus padres muy de cerca y sufrió las continuas depresiones de su madre, que ella misma relataba años después. La nulidad matrimonial llegaría en 2006 y para ese entonces Matilde ya había rehecho su vida con el empresario sevillano Borja Moreno (del que se separaba en 2008 tras cuatro años de convivencia)y había dado a luz a su tercer hijo Francisco de Borja. La relación con sus dos hermanos, sobre todo con Carlos, es muy cercana.

Estudió en el colegio del rey

Fernando terminó sus estudios de Secundaria con excelentes notas en el colegio privado madrileño de Santa María de los Rosales, ubicado en Pozuelo, centro en el que también se educaron su propio padre y Felipe VI, y al que hoy en día acuden Leonor y Sofía, hijas de los reyes de España. Curiosamente, el actual duque de Alba y padre de Fernando es el vicepresidente del patronato de la fundación de antiguos alumnos, el Rey es el presidente de honor y su gran amigo, Álvaro Fuster, es el presidente. Para mejorar su inglés, pasó varios cursos en Reino Unido en el centro St. Martin’s Ampleforth cuando era aún un adolescente.

Trabaja en un banco

El que un día será duque de Alba se graduó en Derecho por la Universidad de Londres y más tarde amplió sus estudios con un máster en la Universidad de Massachusetts. En 2013, tras volver a España, se inscribió en un máster de Dirección de Márketing en el College for International Studies (CIS) de Madrid (centro en el que hoy estudia Felipe de Marichalar), donde conoció a Sofía Palazuelo, su única novia conocida y su mujer desde octubre de 2018.

Fernando es un joven trabajador y responsable. Además de dedicar parte de su tiempo a la gestión del patrimonio familiar, también trabaja en el Banco Santander en Madrid desde hace más de cuatro años. Ahí entró como becario y cuentan los que le conocen que se ganó su puesto fijo con esfuerzo y mucha disciplina.

Además, ayuda a su padre en Euroexplotaciones Agrarias, una de las empresas dedicadas a gestionar sus terrenos. Además, es administrador solidario (junto a su hermano Carlos) de Mibor Inversiones, una sociedad de inversión inmobiliaria con activos de tres millones también liderada por su padre y en la que su madre, Matilde Solís, es administradora.

De la vela al arte

De carácter discreto, diplomático y poco dado a acudir a actos públicos, Fernando es un buen deportista desde que era un niño. De su padre ha heredado la pasión por el mar y le gusta salir a navegar siempre que tiene ocasión. Las vacaciones de verano las suele pasar entre Ibiza, donde va con su mujer y amigos, y Sotogrande, donde es habitual verle a bordo de algún yate. Otro de sus deportes favoritos es el tenis y le hemos podido ver en varias ocasiones disfrutar junto a su hermano y Sofía del Mutua Madrid Open.

Otra de las grandes aficiones de Fernando es el arte y de hecho esta pasión fue una de las que le unió a Sofía Palazuelo quien, tras licenciarse en Márketing y Comunicación en el Emerson College y cursar parte de la carrera en Estados Unidos, se dedica a este mundo de manera profesional trabajando con su madre en Around Art, una empresa que se ocupa de proporcionar experiencias artísticas en colecciones particulares y en museos a puerta cerrada. Tanto es su amor por el arte que su padre le regaló por su boda Busto de mujer con sombrero de cerezas, un lienzo de Renoir que su abuela Cayetana había comprado en Londres en 1973.

Amante de la feria

Pese a que Fernando siempre ha vivido en Madrid, desde niño ha viajado a Sevilla para pasar tiempo con su familia materna (los Solís son toda una institución en la capital hispalense) y con su abuela Cayetana. Aunque no tiene el carácter abierto y jovial con el que contaba la duquesa, cuentan que siempre tuvo muy buena conexión con ella y cuando ella tuvo que hacer el reparto de bienes, quiso que el sevillano Palacio de las Dueñas fuera para él.

La Feria de Abril es una cita ineludible para él y de hecho, en 2016, el duque de Huéscar y Sofía Palazuelo oficializaban su relación subidos en un coche de caballos junto al duque de Alba y justo dos años más tarde anunciaban su compromiso profesional.

Amigos del colegio

Las relaciones personales de Fernando son tan discretas como él. Su grupo de amigos más cercano está formado por sus compañeros de colegio con los que celebró su despedida de soltero viajando a Tel-Aviv, aunque también mantiene buena amistad con algunos de los cachorros de la alta sociedad madrileña y sevillana. Algunos de los más cercanos son Enrique Moreno de la Cova (hijo de Enrique Moreno de la Cova y Cristina Ybarra) y Jorge de Rojas (hijo de Miguel Rojas e Isabel Villavecchia), que además fueron testigos el día de su boda.

La vida de Fernando Fitz-James Stuart transcurre entre el trabajo y las actividades más cotidianas como salir de compras en un conocido centro comercial de Serrano con su mujer o disfrutar de una cena en algún restaurante de moda, como Umiko, en el centro de la capital.

Artículo publicado originalmente el 13 de septiembre de 2019 y actualizado.

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