Las dolorosas revelaciones del hermano de Lady Di: Nuestra madre nos prometió que volvería. Diana la esperaba en la puerta, pero nunca regresó

A pesar de ser miembros de una de las aristocracias más reconocidas de todos los tiempos, y de residir en la impresionante Casa Althorp, el conde y la condesa Spencer son sorprendentemente sinceros a la hora de hablar de su vida familiar. La pareja se ha sincerado con Caroline Scott para la columna semanal: “valores relativos” del periódico Sunday Times; dejando ver aspectos de su infancia, romance y la experiencia de Charles de crecer junto a su hermana Diana, la princesa de Gales. Estas son las principales revelaciones de la conversación.

El conde Spencer se muestra un poco escéptico con las tendencias espirituales de su esposa.
El noveno conde relata que antes del encuentro de la pareja, "Karen realizó una ceremonia con "cristales y deseos’ para atraer al hombre de su vida", un evento que él cataloga como "muy al estilo Los Ángeles". Sin embargo, algo debió de haber funcionado, pues cuenta Charles que: "precisamente un año después estaba de luna de miel conmigo".

La pareja fue presentada por un amigo en común.
Charles revela que fue emparejado con Karen por un excolega, quien le dijo: "He encontrado a la mujer perfecta para ti". Dice que no se tomó la sugerencia muy en serio, pues "20 años antes me había organizado una cita a ciegas con una mujer mayor que mi madre". Su primera cita fue "en un restaurante de Los Ángeles" y rápidamente el conde se liberó de sus dudas. "Cuando le digo a Karen: ‘tengo mucha suerte de haberte encontrado’, ella dice: ‘tú hiciste el trabajo; estabas listo para conocer a alguien más saludable".

El conde tuvo una infancia difícil.Habla de sus turbulentos primeros años de vida. "Mi madre se fue de casa cuando yo tenía apenas dos años, y a los ocho me enviaron a un internado, así que tuve una infancia bastante complicada emocionalmente". Charles se ha esforzado por tratar este trauma, pues ha trabajado "para comprender el daño; entrando y saliendo de terapia durante 20 años (…) El año pasado hice un trabajo muy profundo sobre mi infeliz infancia, fue un proceso horrible y agonizante pero el resultado ha sido purificador y gratificante. Salir de ello ha sido muy bueno".

Diana fue un gran apoyo cuando eran jóvenes.
El conde también revela que sus dos hermanas mayores, la baronesa Fellowes y Lady Sarah McCorquodale, estaban a menudo "fuera de casa por la escuela", quedando solos Diana y él, quienes "estuvieron muy unidos durante ese tiempo". Afirma que ella fue un gran apoyo, y explica: "Hablé con ella al respecto; nuestro padre era una fuente de amor silenciosa y constante, pero nuestra madre no estaba hecha para la maternidad". En relación a lo que generó la ruptura del matrimonio de sus padres, Charles relata que su madre, Frances Shand Kydd, "Estaba enamorada de otra persona, perdidamente enamorada (…) mientras hacía las maletas para irse, le prometió a Diana (que entonces tenía cinco años) que volvería a verla; Diana solía esperarla en la puerta, pero ella nunca vino. Ella podía oírme llorar al final del pasillo, pero le temía mucho a la oscuridad como para venir a verme".

Aprendió de sus luchas personales.
"Yo no culpo a nadie", enfatiza el conde. "Lo que he aprendido de todas las cosas que he vivido es que muy pocas personas quisieron ser destructivas"; y si bien esto lo dejó "con una predisposición para salvar personas", cuando conoció a Karen, se dio cuenta de que "ya no necesitaba estar con alguien vulnerable o que encontrara difícil dejarse amar", y más que estar impresionado, esta relación "fue como regresar a casa con algo bueno".

El conde causó estragos al hablar después de la muerte de Diana en contra de los tabloides.
Charles afirma que Karen "sabía todo lo relacionado con los tabloides". Cuando se conocieron recuerda: "hubo una gran cantidad de venganza por parte de los tabloides porque hablé sobre ellos en el funeral de Diana y eso nunca me lo iban a perdonar".

La condesa se ha adaptado a la vida rural inglesa y ha transformado a Althorp en un mejor lugar.
Charles describe la casa familiar de Althorp como un "lugar frío y aterrador", y expresa que tanto su abuelo, su padre y él "pasaron algunos momentos profundamente infelices" allí.Sin embargo, el conde cuenta que su esposa ha encajado muy bien. "Es una lectora ferviente de la prensa local y dice cosas como: ‘El estado debería ayudar con esto’. Está absolutamente decidida a que Althorp sea un sitio alegre".

Karen no tiene reparos en ser una tercera esposa.Por el contrario, revela que entre poder ser "la primera esposa o la tercera… realmente quieres ser la tercera porque los hombres están muy motivados en este punto; realmente están prestando atención". Afirma que le impresionó conocer a Charles por "lo dispuesto que estaba a trabajar en sí mismo y aún lo sigue haciendo". Karen también ha aprendido del pasado: "Pasé por siete años de terapia de introspección cuando fracasó mi primer matrimonio [con el productor de cine y televisión estadounidense Mark Gordon] para tratar de comprender qué fue lo que pasó y por qué tomé las decisiones que tomé".

La relación de la pareja ha hecho transitar al conde por un camino más feliz.
La condesa relata que "es bastante obvio por qué Charles me encontró", citando sus traumas infantiles y sus relaciones pasadas con mujeres "que no podían amarlo de vuelta", diciendo: "Cuando tú estás herido, buscas dolor… el verdadero mérito lo tiene él pues regresó al punto donde elegiría mejor".

La condesa ha tenido sus luchas como madrastra
Fundadora de su propia ONG, Whole Child, en 2004, Karen se describe a sí misma como "una reparadora". De hecho, como ella cuenta, esto tiene sus desventajas: "Soy muy confiada y probablemente subestime las complejidades de ser una madrastra" –de Kitty, 29, Eliza y Amelia, 28, Louis, 26, Edmund, 16 y Lara, 14–. Sin embargo, con la ayuda del conde, quien le aconsejó "nunca decir nada ni hacer nada sobre nada", "ahora he aprendido que no puedo tener una opinión sobre sus hijos; puedo tener una opinión y dársela a él, en nuestro dormitorio, pero no a ellos; ser madrastra es hallar un equilibrio con las fortalezas de Charles y mis debilidades… Los cuatro hijos mayores de Charles eran bastante mayores cuando entré en escena, así que mi trabajo, que espero haberlo logrado, fue simplemente hacer que todos se sintieran bienvenidos".

El matrimonio tiene que ver con el trabajo en equipo.La condesa describe la relación de pareja como "una asociación de ayuda mutua", y dice: "los dos somos ambiciosos y por eso ha habido mucho dar y recibir". Después de haber pasado ocho años entre el Reino Unido y Los Ángeles, mientras las hijas de Karen terminaban la escuela secundaria, "solo en el último año nos mudamos a Althorp a tiempo completo"; y ahora que la pareja está completamente asentada, están emocionados "de embarcarse en un serio proyecto de reformas del hogar", y dice: "llevamos juntos 10 años, así que creo que me gané el derecho a cambiar los muebles".

*Artículo publicado originalmente en Tatler y traducido por Manuela Salazar. *[Acceda al original aquí.](https://www.tatler.com/article/earl-and-countess-spencer-charles-and-karen-spencer-relative-values-interview)**

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