Patek Philippe, el reloj con calendario perpetuo que no necesita ajustes hasta marzo de 2100
Los astrónomos que se afanaron en el siglo XVI en hacer coincidir el año litúrgico con el trópico no tuvieron en cuenta un pequeño detalle. De hecho, algo que parece hoy tan sencillo —conocer el día, la fecha y la fase de la luna— no sería posible si una manufactura suiza no se hubiese molestado en sortear el “desorden del calendario gregoriano” y su “torpe ajuste cuatrienal de la adición de un día al mes de febrero”, el experto en relojes Nick Foulkes dixit. La manufactura es, naturalmente, Patek Philippe. Y el ingenio, el calendario perpetuo. Una complicación particularmente útil durante este 2020 —que, entre otras cosas, es año bisiesto—, ya que el calendario perpetuo toma en cuenta las variaciones mensuales de los días y de los años bisiestos sin necesidad de ajustes mensuales, anuales o cuadrienales.
El calendario perpetuo es quizá la complicación relojera más característica de la casa ginebrina desde 1889, cuando uno de sus fundadores, Jean Adrien Philippe, lo patentó para los relojes de bolsillo. En 1925 se presentó el modelo número 97975: el primer ejemplar de pulsera que incorporaba esta sofisticación. Desde entonces la manufactura suiza ha ido ampliando la familia con varios modelos que apenas se diferencian entre sí por su diseño. Y es que si de algo están orgullosos en Plan-les-Ouates, la factoría de Patek Philippe a las afueras de Ginebra, es de dotar a sus mecanismos de una firme continuidad estética. Puede que sus relojes combinen el calendario perpetuo con otras complicaciones, como la repetición de minutos o el cronógrafo, por citar solo dos ejemplos, pero en su diseño no apreciará cambios bruscos.
Como dicen en Plan-les-Ouates, “la ínea es bella”. De allí salen apenas 60.000 relojes al año. No es que a los maestros relojeros les guste hacerse esperar. Simplemente, y como repiten desde Patek Philippe como un mantra, “tener un Patek requiere su tiempo”. En el caso del calendario perpetuo, piense que no tendrá que ajustarlo hasta marzo de 2100. La espera habrá merecido, desde luego, la pena.
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