Selena Quintanilla, o cómo el asesinato de un ídolo latino dio vida a una comunidad entera
Tenía 23 años, seis discos como solista de rotundo éxito en México y Estados Unidos, y acababa de lograr su primer Grammy. De hecho, fue la primera mujer en ganar en la categoría de Mejor disco mexicano-americano. Pese a su juventud, la cantante Selena Quintanilla era ya una celebridad de la música latina. Pero el 31 de marzo de 1995 la Reina del Tex-Mex fue asesinada, truncándose así una carrera prometedora.
25 años después de su muerte, su legado sigue generando interés y haciendo caja. Aquel trágico final la convirtió en leyenda. Ahora, cuando su música –mezcla de ranchera, balada, pop y cumbia– sigue sonando a diario en las emisoras latinas, su figura es un disfraz habitual la noche de Halloween, y muchas niñas –como la mismísima Selena Gómez – continúan siendo bautizadas con su nombre como homenaje, Netflix estrena Selena: La serie. Lo que supone una nueva oportunidad para recomponer la biografía de la artista.
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Lo último que Selena hizo antes de morir fue escapar de la habitación 158 y recorrer el pasillo del Days Inn de la ciudad costera de Corpus Christi (Texas) pidiendo ayuda a gritos. Lo hizo desangrándose, pero aún así consiguió llegar hasta la recepción del hotel, donde se desplomó a consecuencia de dos balazos. Su mejor amiga, mánager y presidenta de su club de fans le acababa de disparar por la espalda con un revólver calibre 38. Inmediatamente fue trasladada al hospital más cercano, donde falleció. Su asesina, Yolanda Saldívar, se entregó tras permanecer encerrada durante nueve horas en una furgoneta desde la que amenazó con quitarse la vida y trató de convencer a la policía de su inocencia a través de un teléfono móvil. Las principales cadenas de televisión americanas interrumpieron su programación para dar la macabra noticia. La negociación y el arresto fueron retransmitidos en directo.
Aquella tarde de marzo, las dos mujeres se habían reunido para tratar un asunto comercial. Quintanilla y su familia habían descubierto que Saldívar, encargada de administrar la línea de ropa con el nombre de la cantante, les había robado parte de los ingresos, alrededor de 30.000 dólares. Selena la había despedido tres semanas antes. El móvil era evidente, pero en su defensa, Saldívar, enfermera de profesión, argumentó que había intentado suicidarse, que la cantante intentó evitarlo y que en ese momento se produjo un disparo por accidente. Finalmente, fue considerada culpable de asesinato premeditado y condenada a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional a los 30 años de prisión.
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El crimen conmocionó a sus seguidores y a la comunidad latina en general. Selena, con su pelo negro azabache, sus prominentes caderas y su eterna sonrisa, encarnaba como nadie el sueño americano. Ella era el prototipo de estrella latina forjada a sí misma en un tiempo en el que esa comunidad no tenía presencia en la cultura estadounidense más allá del cliché de interpretar a empleadas domésticas y asesinos. En vida luchó para que eso dejara de ser así, pero fue con su muerte cuando empezó a derribar esa barrera.
Selena comenzó su carrera musical a los 10 años en Selena y los Dinos, una banda fundada por su padre en la que su hermano tocaba el bajo y su hermana, la batería. Actuaban en ferias, bodas o fiestas de quinceañeras, y fue precisamente a esa edad, a los 15 años, cuando Selena ganó el premio vocalista femenina del año para los Tejano Music Award. Tenía la voz para conseguirlo, pero fue su carismala que la llevó a celebrar en1989 su mayoría de edad firmando su primer gran contrato con la casa de discos EMI.
Tres años después de aquello, en 1992, el éxito masivo llamó por fin a su puerta con la canción Como la flor, que alcanzó el número uno de la lista Billboard’s Latin. Selena cantaba solo en español, pero a medida que ganaba fama inició el crossover hacia el mercado anglosajón.
Y lejos de conformarse con conquistar el mundo de la música, en 1994 hizo su debut como actriz en la película Don Juan DeMarco junto a Johnny Depp, Marlon Brando y Faye Dunaway. Nada hacía presagiar que ella sería la primera de aquel filme en morir, sobre todo teniendo en el reparto a un Brando en plena decadencia. Tampoco que un futuro presidente de Estados Unidos, el entonces gobernador de Texas George W. Bush, decretaría el 16 de abril, su fecha de nacimiento, como el Día de Selena.
Rompiendo barreras
Este año habría cumplido 49. ¿Seguiría en la cresta de la ola si todavía siguiese viva? Viendo que su Amor prohibido es, según la revista People, todavía uno de los álbumes latinos más vendidos de todos los tiempos, no cabe la menor duda. De hecho, con más de 60 millones de ejemplares facturados internacionalmente, Selena es la tercera artista latina más vendedora después de Gloria Estefan y Shakira. Aunque también hay que reconocer que su pérdida desató un duelo sin precedentes y eso hizo que su popularidad se multiplicara.
Una pena colectiva que sirvió también para que la cantante lograra un record de forma póstuma: convertirse en la primera artista de la historia en colocar de forma simultánea cinco discos en español en la lista de los 200 más vendidos de Billboard. Otro más a sumar a la lista, ya que ella también fue de las primeras cantantes en rentabilizar su fama con negocios alternativos a la música como crear una línea propia de textil y accesorios que tenía en sus icónicos crop top el producto estrella.
Con semejantes cifras detrás, su elevación a los altares de la comunidad latina estaba perfectamente justificado. Aunque dos años después de su muerte una película sobre su vida terminó de agrandar el mito. Selena era un biopic que, además, lanzaría al estrellato a la cantante y actriz de origen puertorriqueño: Jennifer López. Una diva nos entregó a otra. “Siempre la llevaré dentro de mí, no solo por la oportunidad como actriz que me dio, sino por todo lo que aprendí al estudiarla a ella como persona, como ser humano. Además aprendí cómo manejaba y actuaba en este negocio, que no es fácil, y ella lo hizo con mucho corazón”, declaró J.Lo en la celebración del 20ª aniversario de la muerte de la mexicana . “Siempre me ha molestado que la gente diga que habrá una nueva Selena. Es como decir que habrá otro James Dean o Marilyn Monroe. Gente como esa no se presenta todos los días. Alguien llegará que cambiará el mundo en una manera diferente. Pero no es algo que siempre suceda. Lo que Selena tenía era algo muy especial. Por eso seguimos hablando de ella”.
Tras el estreno del filme, el crítico David Hinckley escribió lo siguiente enThe Daily News: "Que un estudio de Hollywood se haya gastado 20 millones de dólares en esta película confirma que el hombre blanco medio no es ya la única audiencia cultural que interesa: Selena está hecha para el mundo". El hecho de que un gran estudio como Warner Brothers se interesara por la cinta solo confirmaba la posición de Selena como fenómeno cultural en la comunidad latina de Estados Unidos. También, en cierto modo, que con su muerte había dado relevancia a una minoría que todavía permanecía escondida en la sociedad estadounidense.
Baste este ejemplo para entender lo que significó Selena para que la comunidad latina fuera tomada en cuenta: tras su muerte, People lanzó un especial en inglés y en español. La edición en castellano se agotó y fue reeditada hasta seis veces. Ante semejante éxito, el grupo editorial decidió crear la cabecera de People en Español.
Selena sigue viva
Para Priscilla Rodríguez, editora de la revista Latina Magazine, la influencia que Selena tiene hoy en día se debe a que “era bicultural y su vida refleja la experiencia que muchos hispanos tienen en Estados Unidos tratando de navegar entre dos mundos. Nuestros lectores tienen una especie de obsesión con Selena y su vida, casi como si todavía estuviera viva. Todas las historias que hacemos sobre ella tienen muchísimo éxito. Es increíble ver cómo 20 años después sigue teniendo un impacto tan grande”.
No es una exageración. En los últimos años, la familia de la ‘Madonna mexicana’ –como la apodó el periodista de la cadena NBC Tom Brokaw–, ha publicado varios recopilatorios con gran notoriedad en las listas de éxitos latinos. También celebridades como el rapero Drake han lucido camisetas con su imagen , mientras que otros como Wisin con Si una vez, han versionado sus canciones en clave de reggaetón. Incluso Beyoncé se declaró “una gran fan” y explicó a Univision que “pocas de las palabras en español” que conoce las aprendió “escuchando sus canciones”. Selena Gómez es otra de las superestrellas que mantienen un lazo cultural con la mexicana. Gómez, nacida en Texas como ella, se llama así porque sus padres eran grandes seguidores de la cantante. Ella le rindió tributo interpretando el éxito de los Dinos Bidi Bidi Bom Bom. La canción se incluyó en el disco Enamorada de ti, publicado en abril de 2012.
Otro ejemplo de la vigencia de su legado fue el materializado gracias a 37.765 firmas acumuladas en la plataforma Change.org. Los firmantes demandaban que la cantante tuviera su propia línea de maquillaje de la firma MAC. La empresa de cosméticos aceptó la petición y acabó comercializándola en octubre de 2016. La colección, cuyo set completo se vendía por 262 dólares (235 euros) , se agotó en su tienda online tan sólo 24 horas después de ponerse a la venta.
Selena tiene por fin su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y probablemente una serie de televisión en un futuro no muy lejano. El año pasado, Disneyanunció que producirá una serie sobre la estrella basada en el libro El secreto de Selena, de la periodista María Celeste Arrarás. “Esta historia real de nuestra querida Selena tiene todos los ingredientes de una telenovela: mentiras, amor, traiciones, intriga, superación, suspenso y mucho más. Es una historia controversial pero verdadera, manejada con el mayor respeto a su memoria”, dijo la autora tras el anuncio.
Todavía hay Selena para rato. La familia de la artista, en colaboración con la empresa Acrovirt, ideó el proyecto llamado Selena The One, que pretendía convertirla en un holograma capaz de bailar, cantar e incluso salir de gira. Una gira anunciada para 2018, que ahora está en barbecho, en la que esperábamos el tema Donde quiera que estés en el que Selena cantaba: "Donde quiera que estés recuerda, donde quieras estaré a tu lado, te pienso y te siento, siempre seré tu primer amor ".
No cabe la menor duda de que ella lo ha significado para varias generaciones de latinos. Y las que quedan.
Artículo publicado en Vanity Fair el 31 de marzo de 2018 y actualizado.
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