La primera mujer de Ernesto de Hannover, protagonista inesperada del ‘christmas’ familiar
Ernesto Augusto de Hannover y su mujer, la diseñadora rusa Ekaterina Malysheva, son tan aficionados a las postales navideñas como el resto de príncipes europeos. Para el christmas de este año, el príncipe y su consorte han escogido una fotografía en la que aparecen sentados en un diván de estilo Imperio con sus perros y sus dos hijos: la princesa Isabel, de 2 años, y el príncipe Güelfo Augusto, nacido en 2019.
La imagen es muy similar a la de la Navidad del año pasado, pero al abrir la tarjeta los seguidores de la casa de Hannover que la han recibido se llevaron una sorpresa: el interior del christmas incluye una segunda fotografía en la que, además del príncipe, su esposa, sus hijos y los dos perros de la familia, aparece Chantal Hochuli, madre de Ernesto Augusto y predecesora de Carolina de Mónaco como princesa de Hannover.
Vestida con una camisa blanca y pantalón vaquero, la que fuera la primera esposa del polémico príncipe Ernesto, actual jefe de la casa de Hannover, ocupa el lugar central de la fotografía, un gesto que tal vez obedezca al deseo de su hijo y su nuera de corresponder el constante apoyo que han recibido de su parte durante estos últimos años.
Fue Chantal, al fin y al cabo, la única de los padres del Ernesto Augusto de Hannover que asistió a su boda en 2017. El todavía marido de Carolina de Mónaco decidió ausentarse porque desaprobaba el enlace ante el temor de que, en caso de divorcio, la mitad del patrimonio familiar quedaran en manos de la diseñadora rusa. Al ver que los planes de boda seguían adelante, el príncipe Ernesto incluso anunció que iniciaría acciones legales contra su hijo para recuperar todos los regalos que le había hecho en 2004, cuando entre otros inmuebles el príncipe le cedió el castillo de Marienburg, sede histórica de la casa de Hannover.
“Sigo esperando que mi hijo piense en el interés superior de nuestra familia y ceda. Estoy dispuesto a la conversación y a la reconciliación”, declaró Ernesto de Hannover a un diario alemán.
No fue así, y desde entonces la relación entre padre e hijo no ha dejado de deteriorarse. La guerra que mantienen ambos se recrudeció cuando, en 2018, Ernesto Augusto de Hannover Jr. anunció que cedería al Estado alemán el castillo de Marienburg por solo un euro para garantizar su conservación y liberar a las arcas familiares de los gastos que requería su costoso mantenimiento. Poco después, su padre le amenazó con pelear el control del castillo en los tribunales, una disputa que frenó la venta y que ni siquiera los problemas de salud que sufriría luego el príncipe Ernesto, operado de un tumor en el cuello el año pasado, aliviaron.
Tampoco sirvió para tender un puente entre ellos el nacimiento del primer hijo varón de Ernesto Augusto Jr. y Ekaterina, bautizado en mayo del año pasado sin la presencia de su abuelo.
Como constata la última felicitación navideña de Ernesto Jr, Chantal Hochuli sí tiene buena relación con su hijo y, al contrario que su exmarido, no quiso perderse el bautizo de su nieto. La que fuera princesa de Hannover regresó al castillo de Marienburg acompañada de George Scott y Leah de Wavrin, el hijo y la nuera de su última pareja conocida, el ya fallecido aristócrata inglés Nick Scott, cuya muerte en mayo de 2017 no impidió que Chantal Hochuli asistiera a la boda de su hijo mayor, celebrada poco después.
Alejada del foco mediático desde su divorcio en 1997, Chantal Hochuli repitió como madrina un año después con motivo de la boda de su segundo hijo, Christian de Hannover, con Alessandra de Osma. El príncipe Ernesto asistió esta vez al enlace y se reencontró con su primera mujer en Lima, un momento del que sin embargo no existen fotos y que tal vez no vuelva a repetirse. Al menos de momento, el heredero del desaparecido trono de Hannover prefiere felicitar la Navidad sentado junto a su madre en vez de su padre.
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