15 años del bautizo de Leonor: un faldón histórico, doña Sofía de madrina y Letizia impecable con abrigo-vestido de Felipe Varela

La noche del 31 de octubre de 2005 los periodistas españoles recibieron un esperado mensaje de texto de Casa Real en sus móviles. “Prensa Zarzuela: la princesa de Asturias acaba de dar a luz a una niña”; rezaba el SMS. La princesa Leonor había nacido a la 1 y 46 minutos en la clínica Ruber Internacional de Madrid. La primera hija de los entonces príncipes de Asturias pesó poco más de tres kilos y medio y midió 47 centímetros. Altura que destacó su abuelo, el rey Juan Carlos. La reina Sofía la describió como “gordita, redonda”, tras su primera visita al hospital.

A las 6 de la mañana compareció el emocionado padre, Felipe de Borbón, ante los periodistas, acompañado del ginecólogo Luis Ignacio Recasens que había asistido a la princesa durante el parto por cesárea.“Esto es lo más bonito que le puede ocurrir a alguien en la vida (…) ver por primera vez la cara de tu hija, y la de la madre en el proceso, es algo excepcional”, declaró Felipe después de confesar que no se había fijado en el sexo del bebé hasta que las enfermeras se lo quitaron de los brazos para limpiarlo. Es probable que lo conociese desde el quinto mes de gestación. Dos años después los príncipes de Asturias sí adelantaron que esperaban, de nuevo, una niña.

Desde que se conoció el primer embarazo de la ahora reina Letizia surgió el debate público, político e institucional sobre la necesidad de reformar la Constitución para que en el hipotético caso de que el primogénito, como finalmente sucedió, fuese una niña, ésta no retrocediese un puesto en la línea de sucesión al trono al tener un hermano. Cuenta Pilar Eyre en su libro sobre la madre del rey emérito, María la Brava: la madre del rey (La Esfera de los Libros), que las primeras palabras de la condesa de Barcelona al rey Alfonso XIII después de traer al mundo a su hijo Juan Carlos en 1938 (la infanta pilar había nacido dos años antes) fueron: “majestad, deber cumplido”.

La presión a la que se vio sometida doña Letizia para que alumbrase un heredero fue muy alta. Después del nacimiento de la infanta Sofía, y en vista de que los actuales reyes no parecen tener intención de darles a sus dos hijas un hermanito, esta importante cuestión discriminatoria ha perdido peso. La española es la única monarquía europea, junto a las de los principados de Mónaco y Liechtenstein, que sigue dando preferencia al hombre.

Don Felipe y doña Letizia eligieron el nombre de Leonor, en palabras del rey, “porque tiene muchos vínculos históricos y nos gustaba”. No se decidieron hasta el último momento. El nombre de la XXXVI princesa de Asturias es de origen griego y significa la poseedora de la luz o la que trae luz. Se registró por primera vez en España en el siglo XII cuando la inglesa Eleonor Plantagenet se casó con el rey Alfonso VIII de Castilla.

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La evolución del estilo de Leonor en imágenes: de los eternos vestidos de niña a sus primeros tacones (pasando por las Converse)

Leonor de todos los Santos de Borbón Ortiz fue bautizada en el palacio de la Zarzuela la mañana del sábado 14 de enero de 2006. Hoy se cumplen 15 años; la niña bonita. El salón elegido para que el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, oficiase la ceremonia religiosa fue el vestíbulo de entrada de este pabellón de caza del siglo XVII. En un lateral de esta estancia, decorada con tapices confeccionados a partir de cartones pintados por Francisco de Goya, se improvisó un altar presidido por la pila bautismal. Una pieza románica del siglo XII de piedra sin tallar y recubierta de plata que fue utilizada originalmente por Santo Domingo de Guzmán y en la que bautizaron a la mayoría de reyes, príncipes e infantes españoles. El primer monarca en cristianarse en esta reliquia fue Felipe IV en 1605.Como sus primos Marichalar y Urdangarin, Leonor recibió el sacramento de iniciación con agua del río Jordán, donde fue bautizado Jesús por su primo Juan.

Los reyes y abuelos paternos de Leonor, Juan Carlos y Sofía, actuaron como padrinos. El emérito vistió un traje gris marengo y animada corbata naranja y doña Sofía, que no había sido madrina de ninguno de sus cinco nietos, un dos piezas malva apagado con detalles florales en el escote. Se adornó con tres joyas especiales: los pendientes largos y la gargantilla de diamantes que estrenó el día de su boda en Atenas el 14 de mayo de 1962 y un broche de las famosas Joyas de pasar descrito por la reina Victoria Eugenia como “un broche con perla grande gris rodeada de brillantes y del cual cuelga una perla en forma de pera”. La reina Sofía lo lució sin la lágrima de nácar.

Cumpliendo con la tradición familiar la protagonista de la jornada, Leonor, llevaba el mismo faldón de cristianar que vistió Juan Carlos I durante su bautizo en la romana capilla de la Soberana Militar Orden de Malta.

El rey Felipe VI, entonces príncipe de Asturias, eligió un traje marino con camisa rayada en azul bebé y blanco y corbata tornasolada berenjena. La princesa Letizia volvió a confiar en la aguja de Felipe Varela. El madrileño confeccionó un abrigo-vestido de lana en níveo e hilos tostados que dibujaban cuadros uniformes. De los lóbulos de doña Letizia colgaban dos de sus pendientes favoritos elaborados en oro blanco con diamantes y perlas australianas. En la mano derecha llevaba la alianza de casada y un anillo de oro amarillo con un ópalo negro talla cabujón que le había regalado Felipe por su cumpleaños en 2004.

Entre los 80 invitados destacaban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo respectivamente, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y el del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco Hernando. Tampoco faltaron los miembros de las familias Borbón Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg y Ortiz Rocasolano que posaron juntos antes de que comenzase la ceremonia religiosa a las 12:45 con las voces del coro de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús de Galapagar.

Al fondo, delante del famoso tapiz del salón de audiencias de la Zarzuela dibujado por el pintor belga Michiel Coxcie en el XVI, y de izquierda a derecha se colocaron Antonio Vigo y su mujer Erika Ortiz, Jaime de Marichalar, las infantas Elena y Cristina de Borbón, Iñaki Urdangarin y Telma Ortiz. En la primera fila a los lados estaban los bisabuelos de Leonor (a la izquierda Francisco Rocasolano y Enriqueta Rodríguez y a la derecha Menchu Álvarez), en el centro Felipe y Letizia con la bebé y a sus lados los reyes, Juan Carlos y Sofía, franqueados por Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz. Una imagen para la historia. Después del rito todos disfrutaron de un almuerzo que se dio por terminado con un bizcocho de chocolate. 15 años después, con los mismos protagonistas, esta instantánea resulta impensable.

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