El gran misterio de la verdadera relación entre los tres hijos de Carmina Ordóñez: los dos de Paquirri, Francisco y Cayetano Rivera, y el que sufrió de niño toda la tragedia de la muerte de su madre, Julián Contreras Jr.

Todo lo que rodea la vida de Carmina Ordóñez sigue increíblemente vivo, aunque han pasado ya 17 años desde que ‘la divina’ perdió la vida, en un mal encuentro con las drogas que, de alguna manera, venía anunciada. Las conexiones de la familia Ordóñez con otras familias relevantes de nuestra vida social hace que resurjan aspectos de la vida de Carmina que resultan, a la luz del presente, incluso nuevos. Ha pasado con el impactante y trágico testimonio de violencia de género de Rocío Carrasco, un caso desestimado por los jueces que, sin embargo, está triunfando en el tribunal secundario de la televisión. Carmina Ordóñez tampoco fue amparada por la justicia. Y su hijo, Julián Contreras Jr., lo sufrió como nadie.

Las historias de Carmina Ordóñez y Rocío Carrasco, dos mujeres supuestamente fuertes y, además, personajes del corazón, coinciden en reflejar la destrucción que provoca la violencia machista en la vida de cualquier mujer. Lo contó en televisión Julián Contreras Jr., hijo pequeño de Carmina, testigo de los malos tratos cuando solo tenía 11 y 12 años de edad y, hasta el final, padre y protector a la fuerza de su propia madre, desequilibrada por la violencia y la dependencia de los estupefacientes. El abrupto y trágico final de su madre tuvo todo que ver con no conseguir el reconocimiento social y judicial a su estatus de victima de violencia. Su soledad se hizo inconsolable.

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El propio Julián Contreras Jr. relató el trauma que ocasionaron los episodios de violencia que presenció durante su infancia, unas escenas que sus hermanos mayores, Francisco y Cayetano Rivera, jamás imaginaron. De hecho, uno de los misterios más consistentes en la vida de los Ordóñez tiene que ver con la verdadera relación que mantienen los tres hermanos, pocas veces exteriorizada con la asiduidad esperada. El mismo Julián Contreras Jr. tuvo que aclarar durante su última intervención televisiva que su relación era absolutamente buena, aunque precisó que él les avisó de los malos tratos que estaba recibiendo su madre y ellos hicieron lo que pudieron a sus 25 y 22 años. Lo que, en aquel momento, consideraron.

No hay que ser un lince para apreciar una diferencia notable: no existe la misma conexión entre Francisco y Cayetano y Kiko Rivera, que entre los hermanos Rivera y Julián Contreras Jr. De hecho, existen muchos más testimonios gráficos de encuentros entre los primeros que entre los segundos. Julián lo ha aclarado recientemente: «Nos distanciamos y no tiene sentido mantener ciertas relaciones cuando no hay un interés real por ambas partes. No tenemos relación, pero si cualquiera de los dos me llama mañana con cualquier problema, me va a encontrar el cien por cien de las veces». La relación se rompió en 2015, con ocasión de la boda de Cayetano y Eva González.

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El contexto importa: en aquel momento, Julián padre e hijo pasaban ya por circunstancias económicas difíciles, con dificultades para llegar a fin de mes. Debido a ello, Julián Jr. concedía frecuentemente exclusivas en las que hablaba de la familia. El día de la boda de Cayetano Rivera y Eva González, decidieron abandonarla rápidamente para acudir a Telecinco y contar todos los detalles en exclusiva, haciendo hincapié en que se habían sentido «aislados» y les habían tratado como segundones en una celebración a la que habían acudido con mucha ilusión.

Ahí se rompió la relación que existía entre los hermanos, y se terminó la ayuda economica que los Rivera prestaban a los Contreras. En 2018, padre y hijo fueron deshauciados y Julián confesó en televisión que se mantenía con 160 euros al mes y que deambulaba de casa en casa de amigos para pernoctar.

Ya algo recuperado de su bache económico y de la depresión y la adicción a las pastillas que le ocasionó, Julián Contreras Jr. vive en un modesto piso en Móstoles con su padre, que ha ido perdiendo la visión debido a una enfermedad crónica. Trabaja, además, en el bingo Copacapana del mismo municipio, donde desempeña funciones de relaciones públicas. Quedaron atrás sus aventuras como propietario de restaurante (el que le arruinó), coach, escritor y, sobre todo, vendedor de exclusivas. Aún así, persiste la frialdad entre hermanos, más allá de los alrededor de 90.000 euros que les debe. Sobre todo con Francisco Rivera.

Cayetano Rivera, desde siempre el más conciliador, ha mostrado recientemente algunas señales de aproximación a su hermano pequeño, por ejemplo algunas llamadas durante los peores meses de la Covid-19. Pero, además, tras ver la entrevista que Julián concedió recientemente para hablar del maltrato a su madre y del trauma que le ocasionó, colgó en Instagram una foto de los tres hermanos juntos, abrazados a Carmina Ordóñez, su madre. Lo que les une a pesar de todo.

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