Tania Llasera: «Me parece un milagro que todavía me guste mi marido, después del Covid»

Tania Llasera es pura energía, herencia de su madre inglesa y de su padre vasco. Una mezcla de culturas que le ha permitido destacar en el universo televisivo para convertirse en un personaje capaz de brillar con luz propia. De ahí su éxito en Instagram, y en Mtmad, donde expone sus experiencias vitales, algunas de las cuales aparecen en su libro ‘La vida a mordiscos. Recetas para rebeldes que no siguen recetas’, en el que mezcla aspectos de su vida con la gastronomía.

¿Cómo consiguió no dejarse arrastrar por la fama que le dio la televisión?
Porque desde el principio no la llevé nada bien, quizá porque la conseguí rápidamente y el hecho de que todo el mundo quisiera saber de mí, me agobiaba. Presentando ‘Fama’, supe que necesitaba terapia.

¿Le ayudó acudir a un especialista?
Sí, claro, pero también me ayudó la educación que recibí de mi familia, gracias a lo cual tuve las herramientas necesarias para llevarlo ahora con cierta soltura.

¿Por qué se siente más segura?
Le he dado la vuelta a la tortilla, me gusta mucho mi trabajo, sabiendo eso sí, que es una consecuencia de esa fama, pero sin considerarme famosa.

Estar expuesta en redes, ¿no le agobia?
Puede parecer una contradicción, pero no lo es. Si yo he aprendido algo es que no puedes caerle bien a todo el mundo, y que siempre vas a tener detractores.

«En las redes hay gente que dice barbaridades»

Sentimientos que se agrandan en las redes.
En las redes estás tan expuesta como tú quieras estarlo; en mi caso, me gusta mucho compartir, pero es cierto que hay gente que amparándose en el anonimato puede decir barbaridades, pero yo me lo tomo con sentido del humor porque ya tengo una edad y un bagaje. No sé cómo lo llevaría si fuera una chica joven, no lo sé.

¿Quién ha abandonado a quién, la tele a usted o usted a la tele?
No lo sé, yo espero hacer más televisión, porque es un medio en el que deseo estar toda la vida. Mira, Rosa, el público es muy listo, si ven que tú disfrutas con lo que haces, siempre llegarás más y mejor que si ven que interpretas un papel para quedar bien. A mí eso me ha funcionado, también porque soy muy creativa, no me da la vida para todas las ideas que tengo.

¿Cómo ve la tele que se hace ahora?
La veo mal porque creo que la televisión tiene que reinventarse, ya que ahora puedes verla a la carta, cuando queramos y como queramos, en formatos muy diferentes. Es por lo que creo que hay que cambiar muchas cosas, estar al día con las nuevas tecnologías, porque el futuro apunta hacia las multiplataformas.

Si de usted dependiera, ¿qué tipo de programas haría?
Yo no soy directora ni pretendo serlo, soy espectadora, pero sí me encantaría una televisión más cercana, con programas hechos por y para mujeres a una hora decente. Haría una televisión que fuera más didáctica y pedagógica, en la que no faltasen los programas de entretenimiento porque la polarización es muy interesante.

¿Faltan programas para los jóvenes?
Sí, hay quien dice que no son rentables, para niños evidentemente no lo son, yo me paso la vida proponiendo un telediario para niños, un magazine para los fines de semana con música, además de un programa en inglés, pero como los niños no votan ni dan dinero, no les interesa.

Los padres sí lo hacen.
A mí, como madre, me gustaría que hubiera programas de más calidad para niños, porque yo quiero que mis hijos tengan la opción de elegir. Los jóvenes ya han nacido con la televisión a la carta y pueden ver series y programas de todos los países, es por lo que creo que esa franja de espectadores se ha perdido para las generalistas porque siempre están con el móvil.

¿Por qué habla tanto de su físico?
Yo reconozco que puedo resultar un poco pesada con el tema de los kilos, aunque es verdad que ayuda a mucha gente, porque hay necesidad de ver que se aborda con naturalidad, por alguien que tiene sus mismos complejos, aunque en mi caso la autoestima la tengo muy alta. Yo intento compartir con naturalidad las cosas que me ocurren.

No es partidaria de las dietas.
Nunca he hecho una dieta, nunca, y eso que en ‘Sálvame’ me tentaron para que hiciera una sección de cómo perder peso y muchas marcas me ofrecieron que fuera su imagen, pero siempre he dicho que no, pese a perder mucho dinero. Lo hago porque tengo que ser coherente y responsable. No voy a anunciar algo que yo no hago.

Hay quien sufre por tener kilos de más.
Debe ser mi parte inglesa, pero yo siempre he visto mujeres con cuerpos de todo tipo. Mi abuela me enseñó a mirar la belleza de otra manera, porque cualquiera puede ser bella, independientemente de sus kilos. Tengo amigas feas que cuando las conoces son bellísimas, y al revés.

¿Por qué cree que se valora tanto la delgadez?
Quizá porque no miramos al interior de las personas. Hace poco mi hijo me quería hacer fotos y yo tenía una cara horrible, pero dejé que me las hiciera, explicándole en positivo todo aquello que en ese momento no me gustaba de mí.

¿Le ha creado problemas no dar la talla?
Sí claro, cuando yo era pequeña y pasaba los veranos en Inglaterra veía personas de todo tipo, pero cuando volvía a España y veía las galas de Bertín Osborne junto a Paloma Lago, o cualquier otra Miss, pensaba: qué grande es el poder de la tele, porque en España, la mayoría tenemos la 46-48, muy pocas la 38.

Hay excepciones como las Kardashian.
O como Rosalía, que tiene un físico potente, pero son curvas diferentes, en el sitio aceptable, pero si tienes una barriga posparto o una curva donde no debes, eso ya no gusta tanto.

«Ser madre te obliga a estar ahí 360 días, las 24 horas, y así de por vida»

En su libro dice que la maternidad está sobrevalorada.
Está edulcorada, no es completa la visión que se da a través de los medios y las redes sociales, donde la gente enseña lo bonito y oculta lo que no lo es. Ser madre te obliga a estar ahí 360 días, las 24 horas, y así de por vida, lo cual te genera responsabilidad y miedo.

¿Pero no lo cambiaría por nada?
Por supuesto que no, pero la maternidad genera miedo y soledad. Nada es comparable a la felicidad, al amor que sientes al tener un hijo, pero eso no impide reconocer que sea una gran responsabilidad.

Este año tuvo que ingresar a su hijo.
A los dos, primero a la niña con 5 semanas porque cogió bronquitis y estuvo en la UCI del Niño Jesús ingresada, y el niño pensamos que tenía algo muy grave y que se nos moría. Fue una falsa alarma.

¿Cómo vivieron esa situación?
Con mucho miedo, pero sobre todo viendo las historias de alrededor, el contexto, me quitó las ganas de tener un tercero. Ya tengo 40 años y cada vez tengo más papeletas genéticas para tener un niño con problemas, yo no sería capaz de abortar, aunque creo en el aborto, pero yo no podría hacerlo. Tengo ya dos hijos y doy gracias a la vida por tenerlos.

¿Qué le han aportado además de miedo y responsabilidad?
Con el primero, aprendí a ser más valiente, y la segunda me dio más felicidad, porque se levanta siempre riendo, y verla así me llena de felicidad.

Su mundo y el suyo a su edad, son muy diferentes.
A mí me dan miedo las redes sociales, es una sensación en la que se mezclan los sentimientos porque les quiero tanto que sufro al pensar que les pueda pasar algo. Quieres dejarles vivir, pero también quieres protegerlos, es algo muy complejo.

¿Le gustaría que siguieran sus pasos?
Si es lo que quieren, les dejaríamos, pero siempre con una buena educación.

«Mi hija es una loca, como yo. Mi hijo es más precavido, más miedoso«

¿A qué edad les daría un teléfono?
Depende de cada niño, eso lo saben los propios padres. Yo a mi hijo se lo daría antes que a mi hija. ¿Por qué? Porque mi hija es una loca como yo, en cambio mi hijo es muy precavido, más miedoso, y se lo podría dar sabiendo que haría buen uso de él.

¿La educación en casa es fundamental?
Yo soy profesora y mi madre y mi cuñada también, somos varias en la familia, creo que es súper importante que además de lo que puedan enseñarles en la escuela, en casa se les transmitan unos valores, porque hay que predicar con el ejemplo y siempre escuchándoles y no enjuiciándoles.

El Covid ha puesto a prueba a las parejas.
Yo siempre digo que me parece un milagro que todavía me guste mi marido después del Covid, aunque hubo un momento que me cayó muy mal, pensé en divorciarme más de una vez en este año, lo normal estando juntos todo el día.

¿No estaba preparada?
Habrá gente que le guste vivir y trabajar juntos, en nuestro caso tenemos un tipo de relación en la que tanto Gonzalo como yo tenemos cada uno nuestra vida. Gonzalo viaja mucho por motivos de trabajo y yo me quedo sola con los niños y me gusta, porque así cuando viene tengo cosas que contarle y él a mí.

En su libro habla de la independencia económica.
Me lo decía mi abuela, para tener libertad debes conseguir la independencia económica, y eso para mí es fundamental y parte de mi valor, el poder ganarme la vida sola, gestionar mi propio dinero y gastarlo en lo que quiera. Después, tenemos una cuenta en común para los gastos de colegio, casa, etc. Y eso me encanta.

El amor por la cocina, ¿de dónde le viene?
A mí antes no me gustaba cocinar, sólo cocina de supervivencia, pero una vez que me quedé embarazada eso cambió. Tenía que comer bien y empecé a investigar, también me salieron programas sobre cocina, y vi que me divertía mucho al ser tan creativa y tan curiosa…

«Creo que hay gente con poderes, yo también los tengo»

Algún consejo.
Necesito comer mejor para estar contenta con mi propio cuerpo. Comer bien no tiene por qué ser aburrido.

¿Es por lo que hay tantos programas sobre cocina?
Dicen que eso ocurre en tiempos de crisis porque nos apetece ver comida y si ésta la hacen los famosos, mucho más.

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¿Cuál es su relación con la medium Anne Germain?
La conocí en Telecinco. Ella sabía que estaba preparando este libro, ‘La vida a mordiscos’, y me envió un mensaje diciéndome que había un espíritu de mujer muy educada y persistente a mi lado.

¿La creyó?
Sí, claro, porque inmediatamente pensé en mi abuela. Días después volvió a la carga, y el resultado es este libro.

¿Qué otras cosas le dijo?
Le pregunté por mi abuelo: yo creo que hay gente con poderes, yo también los tengo, ahora estoy pensando en cambiarme de casa y hablo con mi abuelo. Le pregunto si está de acuerdo con esa compra y que apague una luz de donde esté en ese momento.

¿Y se apaga la luz?
Sí, le doy las gracias y le digo que la encienda de nuevo. No se ha vuelto a apagar desde entonces.

Tengo los pelos como escarpias.
Somos energía y nos transformamos en energía al morir.

¿Y su madre?
Acabo de hablar con ella, estaba en bolas, ella es la continuación de mi abuela, unas mujeres de las que he heredado la puntualidad, la creatividad, la independencia, la fuerza.

Y de su padre, ¿qué tiene?
Mi padre es maravilloso, honesto, trabajador, toda su familia lo es, porque los españoles son muy suyos, muy vascos.

¿De esas dos culturas qué le gustaría transmitir a sus hijos?
Todo lo bueno de ambas. Me encanta el concepto de vida familiar mediterránea. De la parte inglesa me gustaría que heredaran el sentido del humor, que no se toman la vida en serio.

Su foto favorita

«En esta foto estoy con mi hermano. Era Halloween, íbamos disfrazados y yo le estaba pintando un bigote con carmín», nos cuenta la presentadora.

¿Quién es Tania Llasera?

Nacimiento. En Bilbao, el 21 de julio de 1979, hija de madre británica y padre vasco.

Estudios. Estudió en un colegio americano, y en el Reino Unido, Dirección y producción de documentales antropológicos. Ha realizado cursos de iniciación en Bellas Artes y Medios de información.

Trayectoria. Trabajó en productoras inglesas hasta su regreso a Madrid. En 2007 colaboró en el canal de música ‘Fly Music’, y como reportera en ‘No disparen al pianista’, en la 2 de TVE. En 2010, fichó por Telecinco para presentar ‘¡Mira quién mira!’, así como el espacio ‘Resistiré, ¿vale?’. En 2011 presentó la 5ª edición de ‘Fama, a bailar!’, en Cuatro, además de ‘Summer Show en 2013…’. Ha participado en algunas series de televisión y en cine. En 2016 presentó ‘Dando la talla, que es gerundio’, para Mtmad. En 2012 publicó ‘El sexo sentido’ y acaba de presentar ‘La vida a mordiscos: recetas para rebeldes que no siguen recetas’, de la editorial Monte.

Familia. Está casada con Gonzalo Villar, con quien tiene dos hijos, José Bowie y Lucía Lennox.

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