¿Quién es la nuera en la que más confía la reina Isabel? Sofía de Wessex, esposa de su hijo pequeño, Eduardo
Sofia de Wessex, esposa del príncipe Eduardo, el hijo pequeño de la reina Isabell II, es solo condesa, no duquesa, al contrario de las demás nueras de la Reina. Camilla es Duquesa de Cornualles, Sarah Ferguson de York –retuvo el título tras su divorcio– , pero Sofia Rhys-Jones y su esposo no recibieron un ducado tras su boda. Solo son condes. Parece que la razón es una petición expresa que le hizo Eduardo a su madre: quería ser Conde de Wessex y no Duque. El origen es la película “Shakespeare in love”, que ganó el Oscar dos meses después de que Eduardo y Sofía se comprometieran, y el personaje encarnado por Colin Firth llamado Lord Wessex. Andrés fue actor y sigue siendo un gran aficionado a la literatura y el teatro. La reina tenía pensado concederle a Eduardo el Ducado de Cambridge, que finalmente recayó en su nieto y heredero de la corona Guillermo. El título de conde de Wessex llevaba sin utilizar desde la Edad Media.
Quizá esta singularidad haya marcado desde un principio la relación de la Reina con Sofía. O quizá el hecho de que la esposa de su hijo menor se dediqué en cuerpo y alma a representar a la Casa Real. Siempre discreta, comprometida y sonriente. El caso es que Sofía cuenta con el total apoyo de Isabel II. Con la marcha de Enrique y Meghan, Sofía ha ganado relevancia en Buckingham e influencia. En 2020 representó a la reina hasta en 154 actos públicos, más que los del príncipe Guillermo, y forma parte de 70 organizaciones. La reina y Sofía comparten además aficiones como la hípica y suelen montar juntas a caballo en Windsor. Se dice que, con la muerte de Felipe de Edimburgo, su ducado lo heredarán Eduardo y Sofía, otra muestra de la gran cercanía personal de la Reina. Antes, sin embargo, el título pasará al Príncipe Carlos y éste podrá disponer de él cuando sea rey.
Sofía ejerció de portavoz del Duque de Edimburgo, fallecido a los 99 años el pasado 9 de abril. Habló de la muerte de su suegro entre lágrimas. “Fue una muerte dulce, como si alguien lo hubiera tomado de la mano y se lo hubiera llevado, no sufrió”, contó a los miembros de la congregación de la Capilla Real de Todos los Santos de Windsor a la salida de un funeral privado. Hoy reconforta a la reina Isabel. La visita a menudo y ha explicado públicamente cuál es su estado de ánimo: “Se preocupa más de los demás que de ella misma. Es una mujer maravillosa”. Sofía ha vuelto a mostrar sus emociones, sin perder la discreción.
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La relación entre Sofía y Eduardo es sólida. Su noviazgo duró seis años. Sus hermanos Carlos, Ana y Andrés se habían divorciado y la Casa Real exigió extrema prudencia a Eduardo. Isabel no estaba dispuesta a tolerar otro divorcio de una plebeya. Los Wessex celebrarán 22 años de casados el 22 de junio. La ceremonia de su matrimonio se celebró en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Sofía tenía 34 años y Eduardo 35. La nueva nuera de la Isabel II era una chica de clase media, hija de un vendedor y una secretaria.
Nació en Oxford en 1965 y se crió en Kent. Más tarde se formó como relaciones públicas, tras estudiar secretariado. Trabajó en el departamento de comunicación de una cadena de radio y de varias importantes agencia. Viajó por Australia antes de regresar a Reino Unido en 1991. Conoció al príncipe Eduardo dos años después colaborando en un acto benéfico. Durante su noviazgo, siguió trabajando. En 1996 fundó su propia agencia de relaciones públicas. Ella intentó seguir tras la boda, pero se vio envuelta en un escándalo, quizá el único que la ha afectado. Un periodista se hizo pasar por un cliente y la grabó hablando no muy bien de la familia real.
Su objetivo de fundar una familia se vio frustrado durante años. Sufrió una docena de abortos. Cuando ya había perdido toda esperanza, se quedó embarazada de su primera hija, Lady Louise Windsor, en 1993. El embarazo y el parto casi ponen en peligro la vida de madre e hija. Pero poco después, Sofía se quedó embarazada de su segundo hijo, James, vizconde Severn.
Tiene una relación también muy cercana con la Duquesa de Cambridge, con la que hace equipo a la hora de mediar en asuntos de familia delicados. Parece que fue uno de los miembros de la familia real que más apoyó a Meghan. “Solo espero que sean felices” ha dicho cuando le han preguntado por su relación con la duquesa.
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