Cremas de noche: cómo usarlas para obtener mejores resultados
Pocos productos son tan fundamentales en toda rutina de belleza que se precie, tanto de primavera como de invierno, como la crema de noche. Y es que no paramos de escuchar que, de noche, la piel es cuando se regenera y recupera de todas las agresiones que ha vivido durante el día y que, además, mejor absorbe los tratamientos que se aplican, por lo que habrá que echar en ese momento toda la carne en el asador. Por algo guardan tantas diferencias con las cremas de día:
«Durante el día la piel está expuesta a sus mayores enemigos: el sol, la contaminación, cambios de temperatura, calefacción, aire acondicionado y, además, vive el ritmo estresante de muchas de nosotras, con jornadas agotadoras entre trabajo, casa y niños… Incluso con el boom del teletrabajo, la piel está sometida a la exposición a la luz azul de los dispositivos electrónicos (ordenadores, móviles, bombillas LED…), que alteran significativamente los niveles de oxidación celular y aumentan la aparición de radicales libres. Una buena crema de día debe tener en cuenta estos factores e incluir filtros solares, activos que reequilibren los niveles de hidratación así como una buena protección frente a los agresores externos que actúan como verdaderos aceleradores del envejecimiento natural de la piel. La noche es el momento en el que la piel activa sus mecanismos de auto-reparación, y la crema de noche está pensada para potenciar estos procesos de regeneración conectados con el sueño y que se activan en la fase nocturna del ciclo circadiano. Por tanto, las cremas de día actúan para contrarrestar las agresiones y las cremas de noche refuerzan los mecanismos de reparación entre otros beneficios», señala María Vittoria Trombetta, Global Brands Director Angelini Beauty, desde Anne Möller.
Pero no solo es fundamental una crema específica para la noche por eso o porque la piel absorba más los ingredientes: «restauran los niveles de nutrición y dan un “empujoncito” a los procesos de regeneración que de forma natural realiza la piel durante el reposo nocturno, siendo especialmente recomendable a medida que cumplimos años, ya que la piel va perdiendo capacidad de reparación», cuentan desde la marca.
Para que las cremas de noche sean funcionales, habrá que usarlas a partir de los 30 porque «a partir de los 30 años empiezan a ralentizarse los procesos regenerativos de la piel y la producción de proteínas de soporte como el colágeno y la elastina. Además, el nivel de estrés y los agresores externos aceleran el envejecimiento así que es el momento idóneo para empezar con el ritual completo de cuidado, combinando los tratamientos de día y noche para mejora la efectividad del tratamiento», indica Trombetta.
En definitiva, la crema de noche es como el santo grial de las cremas, aunque también es cierto que la crema de noche no funcionará durante el día, sino que, si la usamos en ese momento, «dejaríamos la piel desprotegida frente a las agresiones externas y los radicales libres», añaden los expertos.
Por todo esto, aquí diez cremas de noche para cuidar (bien) tu piel, allá donde estés. No olvides incluirlas con las mini tallas de tu neceser.
Crema de noche rellenadora, que estimula los mecanismos de auto reparación de la piel para recuperarse del desgaste diario.
Crema de noche para rostro y cuerpo, antiedad.
Crema de noche para pieles mixtas para combatir las primeras arrugas.
Crema de noche con backuchiol y AHA.
Crema de noche para pieles resecas o muy resecas, que hidrata, repone y protege.
Crema antienvejecimiento de noche.
Crema reafirmante de noche, que rellena las arrugas y alisa la piel.
Crema de noche regeneradora para la piel madura, que la reenergiza. De Germaine de Capuccini (55,50 €).
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Crema de noche para cuello y escote, antiedad y antifatiga.
Crema de noche con vitamina E para combatir la flacidez. REafirma y alisa la piel. De Guerlain (153 €).
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