Plantado en el altar; ‘Ömer, sueños robados‘
- Bahadir alerta a Levent sobre quien es Melis en realidad.
- Nerimal le cuenta a Mine que unos hombre preguntaron por ella en la cafetería.
- Ayse y Cemil finalmente se reconcilian.
Llega el día más esperado para Melis: el de su boda. La joven se viste con un precioso traje blanco para jurarse amor eterno con Levent. Sin embargo, antes de que de comienzo la ceremonia recibe un mensaje de su cuñado en el que le confiesa que ya sabe todas sus mentiras y que si acepta casarse con su hermano, le contará toda la verdad. Le mujer no tiene otro remedio que cancelar el enlace en el último instante.
Minutos más tarde, Bahadir llega a la mansión y viendo que Levent todavía tiene intención de casarse con la pérfida señorita, desvela todos sus secretos: “Ella te manipuló diciendo que no puede tener más hijos por tu culpa, pero todo fue un engaño”. Metehanoğlu, furioso por semejante embuste, echa a Melis de su casa y le exige que también abandone el puesto que tiene en la compañía. Ella, tras recoger sus cosas, vaga sin rumbo y desolada por la calle, a la vez que jura vengarse de quienes han echado por tierra sus planes de futuro.
Quienes si preparan su boda con cariño y entusiasmo son Cemil y Ayse. Esta útlia piensa organizar una comida en la cafetería de su madre y de Neriman a modo de celebración. Meryem va a ayudar a su amiga con los preparativos, pero antes de salir en dirección al restaurante, Levent la para y le pide unos minutos para hablar: “Tenemos una conversación pendiente. Ahora que no hay obstáculos entre nosotros, quiero definir nuestra situación”. Ella le promete que tendrán tiempo para los dos más adelante.
Por otro lado, Mine escribe una carta a sus amigos en la que se despide de ellos. Sabe que su padre nunca cesara en su búsqueda y pienso que si sigue a su lado, los pondrá a todos en peligro. Mientras Dögan encuentra la misiva, ella sale a la calle, donde unos matones de su progenitor comienzan a perseguirla. Por suerte, logra despistarlos.
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