El ingrediente secreto para calmar la piel irritada

Después de haberle echado la culpa a mil y una posibles causas externas, descubres que pase lo que pase ahí fuera la piel de tu cara parece estar de uñas. Y entonces es cuando descubres que el problema de que tu dermis esté continuamente irritada se encuentra dentro de la misma.

Concretamente, el conflicto podría estar en la barrera cutánea, que es la capa más externa de la piel. Esta es la encargada de mantener la humedad y evitar que se escape el agua. Mantener esta en su estado óptimo es difícil y depende de varios factores como el tipo la frecuencia del exfoliante que utilices y el clima en el que vivas al que debes adaptar tu rutina de cuidado.

A pesar de los múltiples aspectos que hay que tener en cuenta para mantener la barrera de la piel cuidada y en estado óptimo, podemos contribuir a que esta se mantenga en un estado saludable (conoce a sus enemigos). Y aquí te descubrimos un ingrediente secreto que puede hacer mucho por ella y por tanto, para mantener a raya esa continua irritación: las ceramidas. Ellas solitas son capaces de hidratar la piel, reducir la inflamación y reparar las barreras ya irritadas.

Las ceramidas son moléculas de lípidos que se encuentran naturalmente en la piel y constituyen aproximadamente la mitad de la barrera cutánea, de manera que ayudan a disminuir la pérdida de agua transepidérmica en la piel para mantenerla sana e hidratada. Es, básicamente, como una pasta que se encuentra entre las células de la piel y las mantiene unidas.

El problema es que aunque la piel conforme sus propias ceramidas, los factores ambientales y el envejecimiento pueden reducir las producción natural de la piel, por lo que es muy conveniente aumentar su producción con una crema de ceramidas. Y es que además de la irritación que suele producirse cuando se daña la barrera de la piel, otra consecuencia es el enrojecimiento y la sequedad (¿sabes si tienes la piel seca o deshidratada?).

Por otra parte, también se debe tener en cuenta que, al igual que ocurre con el colágeno que producimos, la producción de ceramidas disminuye a medida que envejecemos, lo que da lugar a la deshidratación y a la aparición de líneas finas y arrugas. El poder de las ceramidas no es solo reforzar esta barrera cutánea, sino que son capaces de repararla, lo que adquiere un gran valor en personas con la barrera de la piel muy dañada, como pueden ser aquellos que sufren eccema.

A la hora de buscar un producto con ceramidas es importante buscar fórmulas que acompañen la acción de estos lípidos. Por ejemplo, funcionan muy bien con la glicerina y la vitaminas C y E. También se pueden combinar con niacinamida y el retinol, porque ayudan a minimizar la irritación.

La niacinamida (conoce aquí otras propiedades de este ingrediente) además mejora sus propiedades calmantes. Además para potenciar su acción su pueden aplicar exfoliantes con alfahidroxiácidos (AHA) que promueven la renovación celular (ácido glicólico o láctico). Esto, a su vez, hará que los productos que contienen esas ceramidas penetren mejor, convirtiendo estas fórmulas de belleza en combinaciones eficaces y con resultados visibles.




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