La camisa de la primavera es bordada, blanca y cómoda
Convertir una prenda en un objeto único, casi artístico, es uno de los propósitos a los que cada vez se apuntan más firmas de moda. Si a esto le sumamos la manida sostenibilidad, el resultado hace sean muchos los diseñadores que apuestan por rescatar prendas antiguas o incluso manteles y sábanas para darles una segunda vida en forma de camisa, vestido o cualquier prenda imaginable. Siguiendo la estela de Archivist (que convierte en ropa los textiles de alta calidad descartados de la industria hotelera de lujo) o Hôtel (confecciona a partir de cortinas, manteles y colchas rescatados del antiguo Ritz de París y otros hoteles), esta temporada diseñadoras como Marine Serre o marcas como Andión hacen lo propio.
La primera, reina del reciclaje, ha lanzado una colección una cápsula de camisas y vestidos con flores bordadas que, en realidad, están fabricados a partir de antiguos manteles y servilletas de té de los años sesenta. Una iniciativa que también está llevando a cabo la firma gallega Andión, famosa por sus blusas y vestidos románticos que solo se venden en Instagram. Su proyecto 2nd Life convierte en prendas preciosistas aquellas colchas, sábanas o servilletas que sus clientas quieran resucitar. Una forma de tener una pieza única y con significado.
Pero, más allá de estas propuestas que llevan el upcycling por bandera, las camisas de la primavera mantienen la misma estética y amor por los bordados. Desde aquellas disponibles en firmas de lujo como Valentino hasta las que pueden comprarse en Zara o Mango, el denominador común pasa por las flores de colores bordadas sobre blanco. Además, estas piezas de vocación artesanal mantienen proporciones holgadas que las hacen cómodas, versátiles y muy ponibles. A las pruebas nos remitimos. A continuación, nuestra selección de camisas bordadas para todos los gustos (y presupuestos).
Esta pieza de la diseñadora Marine Serre está creada a partir de un tejido alemán bordado que data de los años 60. En su colección es posible encontrar otros diseños que también parten de tejidos antiguos.
Zara se apunta a la fiebre de los bordados con esta sobrecamisa acolchada repleta de flores y detalles geométricos.
Una de las señas de identidad de la firma británica Rixo, famosa por sus vestidos de invitada, son las piezas románticas. Muchas de sus blusas incluyen cuellos Peter Pan bordados y, otras, directamente centrar todo el diseño en la importancia de este delicado detalle.
Una alternativa a las flores pasa por las hortalizas. Las zanahorias conviven con el símbolo de la paz en esta camisa de manga corta de la firma Story Mfg. que resulta naíf y divertida a partes iguales.
La firma Hôtel utiliza tejidos recuperados de viejos hoteles para crear sus piezas. Esta blusa, que se fabrica bajo pedido, está creada con un tejido de la Provenza francesa de los años 20. «Todos los desperfectos, remiendos y reliquias son recuerdos de las telas originales», recuerdan en su web.
Los bordados también tienen cabida en diseños vaporosos, pensados para los días de sol y vacaciones, como esta camisa de Maje.
La versión deluxe viene de la mando de Valentino. Confeccionada en algodón, esta camisa se convertirá en protagonista de cualquier look.
La firma Jordan Luca, que mezcla la herencia italiana con el vanguardismo londinense, firma esta opción menos romántica y más trash gracias a las llamas que rodean ambas rosas.
Flores, un trozo de melón y una trompeta decoran esta camisa de manga ligeramente abullonada.
Mango se inspira en los bordados tradicionales para crear esta blusa de manga corta y escote cuadrado.
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«Envíanos tu mantel, sábana, colcha o tejido antiguo y lo convertimos en una de nuestras blusas», cuenta la firma gallega Andión en su cuenta de Instagram. Famosa por sus camisas y vestidos románticos, la firma amplía ahora su radio de acción recuperando tejidos antiguos y convirtiéndolos en piezas con valor sentimental.
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