'Rebonding': el alisado sigue de moda
A pesar de que las texturas naturales del cabello ganan cada vez más adeptas, el pelo extraliso también tiene una buena cantidad de fans. Para que todo el mundo pueda acceder a este acabado, la industria capilar no deja de lanzar revolucionarios tratamientos que permiten disfrutar de un alisado permanente sin necesidad de utilizar la plancha cada vez que lavamos el cabello. Tras el alisado de queratina o el alisado japonés, una nueva técnica comienza a abrirse hueco en los salones.
Se llama rebonding, cuya traducción literal del inglés es ‘volver a unir’ y esto quiere decir que, a diferencia de otras técnicas no rompe los enlaces disulfuro del cabello, evitando alterar la estructura de la fibra capilar y por tanto dañarla. Esta técnica se basa en la aplicación de keratina y aminoácidos… y una gran dosis de paciencia, tanto por parte de la clienta, como del técnico que hace la aplicación, pues la duración mínima del tratamiento son tres horas. Pero la ventaja del rebonding merece la inversión de tiempo, pues consigue modificar la textura del cabello sin estropearlo. Se suaviza la cutícula y con ello se elimina el encrespamiento, incluso en los climas más húmedos.
¿Cómo se realiza el ‘rebonding’?
En primer lugar se procede a lavar el cabello con un champú específico que ayude a abrir la fibra capilar y el poro del cuero cabelludo. La limpieza debe ser exhaustiva para que el tratamiento posterior se aplique de manera uniforme por toda la melena. Tras esto, comienza el proceso aplicando por toda la melena un producto llamado hair relaxant, una crema alisadora que ayuda a que el cabello rizado pierda fuerza. La aplicación debe hacerse mechón a mechón de forma que la fórmula cubra cada cabello. Se deja actuar media hora y se aclara, para volver a secarlo.
Tras esto se procede a la aplicación de queratina, esta vez solo de medios a puntas. Se vuelve a dejar sobre el cabello treinta minutos para que penetre en la fibra capilar y en este tiempo algunos profesionales aplican vapor para que la acción sea más intensa. Tras el tiempo estipulado toca volver a aclarar y secar el pelo. Después se aplica un sérum para proteger y reforzar el alisado y solo quedaría el paso final: peinarlo con la plancha para conseguir el efecto liquid hair deseado por tantas.
Tras todo este proceso, ¿es el resultado igual que el de un alisado con formaldehído? La respuesta es no. Este componente se utiliza en los alisados japoneses y, aunque el resultado es más pulido y más duradero, también es más agresivo para el pelo. Mirado desde otro punto de vista, el rebonding consigue un resultado más natural y un cabello mucho más moldeable que permite crear en él todo tipo de estilos sin necesidad de alterar el tratamiento. Por otro lado, el contraste con la raíz, cuando el cabello crezca, tampoco será tan brusco. La duración de este procedimiento suele ser de varios meses, transcurridos estos el tratamiento se puede retocar, aunque es recomendable esperar un tiempo prudencial, para no dañar la fibra capilar.
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