Cristina Pedroche se enfrenta a una periodista por esta pregunta sobre las Campanadas
El vestido (todos los que ha lucido hasta el momento) de Cristina Pedroche en las Campanadas se ha convertido en una de las grandes sorpresas de cada Nochevieja. Se habla más de ello que de la propia transmisión en sí o de la entrada en un nuevo año. Ella lo sabe. De hecho, alimenta el suspense y se presta al espectáculo, pero hay ciertos límites que no piensa tolerar.
Ayer, durante un evento celebrado en Madrid, lo dejó más que claro. La presentadora, que nunca tiene reparos en hablar sobre todo lo que se le pregunta, ya sea de su vida privada o de su trabajo, se vio incomodada por una pregunta que le realizó una periodista. El hecho de que fuera mujer, fue lo que provocó que la vallecana saltara como un resorte.
«¿Cuánto vas a enseñar este año?«. La pregunta le sentaba como una patada y Pedroche respondía de manera seca y contundente: ¡Que una mujer me haga esta pregunta a mí! Luego decís… Enseñaré lo que me apetezca, esa es la respuesta«. Por si alguien tenía alguna duda, proseguía, dejando claro que lo que prima, es el ‘show’ por encima de que haya más o menos tela en su vestuario.
«No mola que me preguntes si voy a enseñar o no porque las Campanadas no son cuestión de enseñar, es un ‘show’. Da igual enseñar más o menos porque el ‘show’ va a ser el mismo», decía antes de subirse la camiseta y añadir en tono sarcástico: «¡Una tripa! Uhh, nervios».
Da igual enseñar más o menos porque el ‘show’ va a ser el mismo»
«El año pasado enseñé un trozo de tripa, ahora en la clase de yoga voy a enseñar otro trozo de tripa y ¿mañana me van a matar? No, no pasa nada», continuaba antes de zanjar el momento de tensión: «Normalicemos las cosas, igual que hay que normalizar el tema de la regla, normalicemos esto. Es mi cuerpo y si quiero lo enseño. Lo que no voy a permitir es que nadie me diga si lo enseño o no lo enseño. Enseñar es reducir todo lo que hago porque si fuera una cuestión solo de enseñar pues saldría desnuda pero hay un concepto detrás, hay mucha moda».
Durante estas semanas y hasta el próximo 31 de diciembre, va a tener que hacer frente a cuestiones relacionadas con este asunto. Así que, lo más coherente era zanjarlo ya. Se ahorra un mes de idas y vueltas sobre cómo será su vestido o qué tiene en mente para sorprender a la audiencia. Al menos, se asegura que se lo pregunten en un tono más amables.
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