Filofobia: causas y síntomas del miedo a enamorarse
Como suelen empezar las frases de La Vecina Rubia, todas tenemos una amiga que, pese a haber encontrado al hombre más maravilloso del mundo, de la noche a la mañana acaba dejándolo. Y si no la tienes, es porque probablemente te ha pasado a ti. De hecho, es una situación que se produce cada vez con más frecuencia. Algunos lo achacan a la proliferación de nuevas apps de citas y a las últimas tendencias para ligar que han cambiado por completo las reglas de juego de las relaciones de pareja. Y en parte, puede que todo esto haya hecho que nos volvamos más fríos y reservados. Sin embargo, ese desamor espontáneo, aquello de lo que solemos decir «eso es que no estaba realmente enamorada», puede deberse a un miedo irracional llamado filofobia.
¿Qué es la filofobia?
«Conocemos como filofobia el intenso temor que sentimos cuando nos gusta una persona, pero iniciamos ciertos mecanismos de defensa para alejarnos de ella», explica la psicóloga Sandra Farrera Sabioncello, experta en terapia de pareja y miembro de Top Doctors. «Esto sucede porque al igual que nuestro cuerpo se tensa en situaciones en las que se siente amenazado, las personas con filofobia activan este sistema defensivo cuando sienten que se van a enamorar«.
Causas de la filofobia
Algunas de los motivos más reconocibles de este trastorno se deben a un fracaso amoroso anterior o a situaciones traumáticas relacionadas con el amor no superadas, como el divorcio de los padres, la muerte de un familiar, etc. De hecho, según Sandra Farrera, el ejemplo más conocido de filofobia lo podemos encontrar en la Reina Isabel de Inglaterra, a la que no se le conoció ninguna relación sentimental ni matrimonial. «Algunos historiadores piensan que podría estar causado porque su madre, Ana Bolena, fue ejecutada por su esposo por haberse enamorado de su primo. Se cree que este hecho trágico pudo hacer que renunciara a las relaciones románticas».
Síntomas de la filofobia
A nivel físico, las personas que padecen este trastorno ven alterados los niveles hormonales y químicos de su cerebro. «Esto se debe porque les aumenta el cortisol, la hormona del estrés, en vez de la oxitocina, la dopamina y la serotonina, provocando que la persona sienta ganas de huir», explica la Sandra Farrera.
Esto se traduce en unas actitudes concretas: dejan de visitar a su pareja, eluden sus llamadas, inventan excusas para no verse con su pareja cuando la relación se vuelve más profunda. «Estas personas sienten miedo a perder la individualidad, a no sentirse libres, ser abandonados, etc. Todos ellos infunden este miedo irrefrenable al compromiso que provoca en la persona la sensación de que estaría mejor sola».
¿Cómo saber si padeces filofobia?
Existe una serie de patrones conductuales que ayudan a identificar a las personas que padecen este trastorno. La doctora Sandra Farrera los resume en:
Erróneamente solemos asociar estas conductas con personas a las que consideramos como solteros/as, aunque pueden estar sufriendo de filofobia. Son muchas las terapias cognitivas que pueden ayudar a tratar y superar este trastorno, así que si te sientes reflejada en estas actitudes o crees que tu pareja o alguien de tu entorno las realiza de forma reiterada, lo mejor es que acudir a un profesional.
Vía: Women’s Health ES
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