Pedro Sánchez, a un paso de la presidencia… ¿y sus enemigos?

La investidura parece estar más cerca. Para llegar hasta aquí, Pedro Sánchez ha tenido que transitar un camino no exento de obstáculos. Entre otros, algunos de sus propios compañeros de partido, a pesar de haberse alzado con la victoria entre la militancia en dos ocasiones, una de ellas tras haber sido forzado a dimitir tras su negativa a abstenerse para que Mariano Rajoy pudiese ser presidente en 2016. ¿Qué ha sido de quienes, dentro del PSOE, se enfrentaron en algún momento al hoy presidente?

Susana Díaz

La ex presidenta de la Junta de Andalucía recibió hace ahora un año el segundo varapalo a su carrera política en apenas 18 meses: si en mayo de 2017 perdía las primarias socialistas contra Pedro Sánchez en diciembre de 2018 los resultados de las elecciones autonómicas anunciaban que el conservador Juan Manuel Moreno Bonilla se convertiría en su sustituto al frente del Gobierno autonómico.

No sería el último golpe: a finales de noviembre de 2019 se conoció la primera sentencia del caso ERE, que supuso condenas para sus dos predecesores en el cargo y mentores en el partido: José Antonio Griñán –6 años de prisión y 15 de inhabilitación– y Manuel Chaves –9 de inhabilitación–. La sentencia supuso un mazazo para el PSOE, con especial incidencia en Andalucía, al poner en cuestión todo el entramado de poder construido durante 40 años al frente del gobierno de la Junta.

Todavía quedan pendientes más de un centenar de piezas separadas relacionadas con el entramado de supuestas ayudas fraudulentas, lo que puede suponer un goteo de sentencias que acabe por desgastar los férreos muros del PSOE andaluz y de Díaz como lideresa.

Por su parte, la sevillana parece haberse convertido ahora, de nuevo, en aliada de Sánchez, pese a sus múltiples y aireadas disputas. A pesar de algún rumor y leve movimiento que intentó poner su liderazgo en cuestión tras la derrota electoral, Díaz sigue al frente del PSOE-A y ahí terminará el año. La actual jefa de las filas andaluzas sabe que si quiere volver al Palacio de San Telmo un PSOE fuerte en el Gobierno le beneficia. Mientras, Sánchez es consciente de que debe centrar sus esfuerzos en el Gobierno y no abrir guerras internas que desgasten su imagen y su liderazgo. Una tregua en la que ambos ganan.

Patxi López

En el primer advenimiento de Pedro Sánchez, a principios de 2016, Patxi López fue el elegido para ocupar la presidencia del Congreso. El ex lehendakari contaba con la confianza de quien después se convertiría en candidato a la investidura.

Pero tras el fracaso de Sánchez y su posterior dimisión, López dio un paso al frente y se convirtió en el tercero en discordia en aquellas primarias de 2017. Su resultado quedó muy lejos de los cosechados por sus rivales; sin embargo, Sánchez lo colocó en su ejecutiva, al frente del área de Federalismo, y no prescindió de muchos de los que apoyaron al vasco, como César Luena –eurodiputado– o Rafael Simancas –secretario general del portavoz sustituto del Grupo Socialista en el Congreso–.

Durante aquellas primarias López publicó La izquierda necesaria, en el que daba su visión sobre cuál debería ser el futuro del PSOE y de España, y en el que se encontraban algunas ideas situadas en las antípodas de las defendidas por Sánchez. Cabe recordar que en el debate a tres de aquellas elecciones internas López le espetó a Sánchez un contundente “Vamos a ver, Pedro, ¿sabes lo que es una nación?”, frase que refleja el abismo que los separa a la hora de afrontar la organización del Estado, especialmente en lo relacionado con Catalunya.

A día de hoy, pese a conservar su escaño como diputado y su puesto en la Ejecutiva del PSOE, su peso político y mediático se ha visto reducido a mínimos. Es, en palabras de algunos, un mero observador, y no parece que su situación vaya a cambiar en 2020.

Eduardo Madina

Fue, junto a José Antonio Pérez Tapias, el rival de Pedro Sánchez en las primeras primarias celebradas en el verano de 2014. De aquella contienda salió derrotado, principalmente por el apoyo que Susana Díaz brindó a Sánchez. Cosas de la vida, Madina acabaría apoyando Díaz en las primarias de 2017. El resto es historia.

Madina dimitió de su escaño como diputado en el verano de 2017, tras la victoria de Sánchez contra la andaluza; en octubre de ese mismo año fichó por KREAB, una consultora internacional de comunicación y asuntos públicos, para dirigir Kreab Research Unit. Además, el ex político socialista sigue como colaborador habitual en la Cadena SER, donde no es raro escucharle posiciones críticas con la gestión política del actual presidente.

Emiliano García-Page

El presidente de Castilla La Mancha siempre se ha caracterizado por ser un verso libre dentro del PSOE, y una de las voces más críticas con Sánchez, sobre todo en lo que respecta a su manera de afrontar el conflicto catalán, como dejó patente hace menos de un mes, cuando en plenas negociaciones entre su partido y ERC afirmó que “para Reyes” no quería “vaselina”. Ese lenguaje, criticado desde algunos sectores de su partido, venía a censurar un pacto con la formación independentista, pues son conocidas las posturas centralistas del manchego.

Al contrario que los anteriores, el liderazgo de García-Page es ahora más sólido que hace tres años, cuando fue una de las voces que lideraron la rebelión contra Pedro Sánchez y aquel “no es no”. En aquel momento García-Page gobernaba en minoría, con el apoyo de Podemos, pero el pasado mes de mayo consiguió devolver al PSOE manchego la mayoría absoluta que había perdido en 2011. Su posición es de fuerza dentro del partido.

Javier Lambán

El presidente de la Diputación General de Aragón, Javier Lambán también ha sido una de las voces más críticas con Sánchez. Entre otros motivos, por el pacto de investidura entre su partido y ERC, al que ha llegado a describir de la siguiente manera: “Un partido tan indeseable para mí de cara a la gobernabilidad de España". En la ronda de contactos que mantuvo Sánchez con los presidentes autonómicos, el aragonés le manifestó su temor por el resultado que pudiera tener negociar con independentistas, a lo que el presidente en funciones respondió que no pensaba salirse "ni un milímetro de la Constitución".

Aragón había sido durante años uno de los tradicionales feudos socialistas en España hasta que en 2011 la conservadora Luisa Fernanda Rudi consiguió desalojar a los socialistas del gobierno autonómico. Casi un año después de esa derrota, Lambán fue elegido secretario general y con él al frente los socialistas volvieron al gobierno en 2015. Al igual que en el caso de su homólogo castellano-manchego, el presidente aragonés se encuentra tras las pasadas elecciones autonómicas en mejor posición, tras conseguir colocar al PSOE de nuevo como primera fuerza, aunque en este caso no cuenta con mayoría absoluta.

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