¿Puede quedarse Meghan con su vestido de novia? ¿Qué pasará con su increíble armario ‘royal’?
Meghan Markle pagó de su bolsillo su espectacular vestido de novia diseñado por Waight Keller para Givenchy con el que se casó con el príncipe Harry. Si esto es realmente así, la primera parte de la pregunta parece tener una evidente respuesta: Sí, Meghan podrá quedarse con su vestido de novia.
Un traje que se especuló podría haberle costado cerca de medio millón de dólares y que costeó la propia Meghan y no la Corona porque, según recogieron varios medios en su momento, no puede hacerse cargo de los gastos de alguien que no es aún parte de la familia real británica, aunque se integre en solo unos minutos. Así lo hizo también Kate Middleton –o sus padres concretamente– con el espectacular Alexander McQueen del día de su boda con el príncipe Guillermo y suponemos que algo similar ocurrió con el traje de Diana de Gales diseñado por David y Elizabeth Emanuel.
Otra cosa es de lo que ocurre tras pasar por el altar, cuando la Corona –en este caso, el Ducado de Cornualles del Príncipe Carlos– se encarga de sufragarlo todo, desde la casa, a los viajes y, por supuesto, el armario. Los royals no pueden recibir regalos así que todo lo que llevó Meghan el año pasado –de 2018 contaría solo el armario que fue creando la duquesa de Sussex tras su boda en mayo con el príncipe Harry– lo costeó Buckingham.
Según los últimos datos publicados por el portal especializado UFO No More, Meghan fue la segunda royal que más gastó en ropa el año pasado solo por detrás de la princesa Charlène de Mónaco en un listado en el que la reina Letizia ocupa el séptimo puesto tras la princesa Mary de Dinamarca, Kate Middleton, Beatriz de York y la duquesa de Wessex. Para llegar a esta conclusión contó 125 pendas de la duquesa de Sussex con un precio total de 111.000 –reconoce que le quedaron 40 sin identificar–, lejísimos del 1,2 millones de euros que le costaron las 1.663 prendas que Meghan lució en 2018.
Un increíble armario cuya titularidad está cuestionada tras el anuncio de Meghan y el príncipe Harry de dejar de formar parte de la familia real británica y ser financieramente independientes. Según la revista People, Meghan conservará todo lo que se ha comprado para asistir a compromisos reales hasta ahora, piezas de diseñadores como Stella McCartney, Erdem y Oscar de la Renta. Lo que ocurra a partir del momento de su independencia, aún está por ver. Por el momento solo podemos decir, teniendo en cuenta los datos expuestos arriba y la última aparición de la duquesa con una falda de Massimo Dutti de 80 euros, que Meghan parece haber rebajado su gusto por lo exclusivo y que deberá empezar a acostumbrarse a utilizar la misma ropa como algo habitual algo que, por otra parte, parece lógico si su presencia en actos oficiales deja de ser una constante en su nueva vida.
Se desconoce qué piensan hacer los duques para lograr esa independencia a la que se refieren, pero según publica The Sun Meghan ya ha comenzado a mantener contactos con el mundo de la moda para tratar de sacar provecho a su fama. El diario apunta que la casa de moda Givenchy, la autora de su traje de novia, se habría sumado a estas conversaciones en las que estarían implicadas otras prestigiosas firmas de la industria.
Todo ocurre antes de que se haya decidido cómo va a ser su marcha, después de que la reina se enterase de tan insólito anuncio por televisión, de que los duques hicieran un viaje exprés de Canadá a Londres y Meghan volviera sola a Canadá dejando a Harry al frente de las cosas de su familia para ella volver a reunirse con el pequeño Archie de ocho meses que había dejado en el país donde se han retirado temporalmente. Un retiro que parece haberles ayudado a decidir, al menos, que no quieren seguir donde estaban.
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