La Gran Duquesa de Luxemburgo pierde su poder tras el escándalo del Informe Waringo
La monarquía tiene futuro en Luxemburgo, pero la Gran Duquesa pintará cada vez menos en ella. Ayer, por primera vez desde la publicación del informe Waringo, el primer ministro luxemburgués Xabier Better se posicionó sobre la corte para anunciar una reforma constitucional con el fin de modernizar la monarquía, “que debe adaptarse al siglo XXII”, aseguró. Aunque el primer ministro se mostró convencido de que “la monarquía constituye la mejor forma de Estado”, anticipó una serie de cambios que, entre otras cosas, afectarán al poder que hasta ahora desempeñaba María Teresa de Luxemburgo.
Según los planes del primer ministro, en la nueva corte “habrá un organigrama en el que se registrarán los diferentes cargos y responsabilidades dentro de la gran corte ducal”. Un organigrama, matizó luego Better, en el que “no se planea ningún papel para la Gran Duquesa”, consorte de Enrique de Luxemburgo.
Con esta medida se quiere poner un freno al comportamiento de María Teresa de Luxemburgo, quien según destapó el referido informe Waringo, publicado el pasado viernes y encargado por el propio Xabier Better para analizar los posibles cambios que convenían a la monarquía luxemburguesa, habría tomado las decisiones de despido de decenas de empleados de palacio entre 2015 y 2019.
“Las decisiones más importantes en materia de gestión de personal, sea a nivel de contratación, afectación a los diferentes servicios o incluso a nivel de despidos, son tomadas por la Gran Duquesa”, dice el informe Waringo. “Desde los primeros días de mi presencia en Palacio, he sentido una cierta ansiedad en los empleados, como el miedo a ser castigados o a perder su trabajo”, se describe el ambiente creado por el comportamiento déspota de María Teresa de Luxemburgo.
Aunque ayer Better rechazó referirse a este tema concreto, cabe añadir que, a raíz del informe Waringo, el periodista Pol Schock denunció en un programa de radio episodios de violencia física sufridos por varios de los empleados de la corte luxemburguesa. Unas declaraciones tras las cuales esta semana la fiscalía anunció que había abierto una investigación preliminar sobre el asunto.
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