Ahora que sabemos toda la verdad sobre su desaparición solo podemos mandar todo nuestro cariño y apoyo a la cantante Duffy
En la historia de la música son muchos los nombres de cantantes que después de arrasar con su disco de debut desaparecen para siempre. Eso es lo que parecía haberle ocurrido a la británica Duffy, que en 2008 era considerada la sucesora natural de Amy Winehouse después de que su canción Mercy se convirtiera en uno de los mayores éxitos de la década.
DuffyGetty
Pero a diferencia de otros one hit wonders, el disco que contenía ese single, llamado Rockferry, también fue muy bien recibido por la crítica. Llegó a ser el cuarto más vendido del año, y gracias a él ganó varios Brit Awards e incluso el Grammy al mejor álbum pop de 2009. Su futuro, sin duda, era brillante.
Por desgracia, su segundo disco Endlessly, publicado en 2010, no estuvo a la altura de las expectativas. La crítica y el público le dieron la espalda. Y entonces, de la noche a la mañana, desapareció. Otro juguete roto de la industria, pensaron muchos. Además, Adele publicó un año después 21 y el mundo se rindió a sus pies. El soul británico tenía nueva reina. Duffy ya no era necesaria.
Un relato que posiblemente va a cambiar mucho ahora que, después de una década apartada de los focos, la cantante ha regresado a Instagram para contar la verdadera razón por la que no quiso continuar en el mundo del espectáculo. Un infierno personal que resulta imposible leer sin que se te pongan los pelos de punta al pensar en lo que Duffy ha sufrido todos estos años.
“No podéis imaginar la cantidad de veces que he pensado si escribir esto. La forma en que lo escribiría, cómo me sentiría después. Bueno, no estoy completamente segura de por qué ahora es el momento adecuado, y qué es lo que hace que me sienta emocionada y liberada al hablar. No puedo explicarlo”, arranca su testimonio.
“Muchos de vosotros os habéis preguntado qué me pasó. Por qué desaparecí. Un periodista me contactó para preguntármelo, encontró la manera de comunicarse conmigo, y le conté todo el verano pasado. Fue amable y me sentí increíblemente bien al explicárselo”, continúa.
“La verdad es que, por favor creedme, ahora estoy bien. Pero fui violada, drogada y secuestrada durante varios días. Es evidente que sobreviví, pero recuperarme de aquello ha tomado tiempo. No hay una manera amable de decirlo”, desvela.
“Pero puedo deciros que, después de los miles y miles de días que me comprometí a querer sentir la luz del sol en mi corazón nuevamente, ahora por fin lo hace. Y si te preguntas por qué no elegí usar mi voz para expresar mi dolor entonces, es porque no quería mostrarle al mundo la tristeza en mis ojos”, se sincera.
“¿Cómo iba a ser capaz de cantar desde el corazón si estaba roto? Por suerte poco a poco se ha ido arreglando. En las próximas semanas publicaré una entrevista hablada. Si tenéis alguna pregunta, me gustaría responderla allí. Tengo un amor sagrado y un sincero aprecio por vuestra amabilidad a lo largo de los años. Habéis sido mis amigos Y quiero daros las gracias por eso”, concluye, no sin antes pedir respeto a su privacidad y a la de su familia. “Quiero hacer de esto una experiencia positiva. Por favor, ayudadme”.
Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, Condenet Iberica S.L. puede recibir una comisión. Lee aquí nuestra política de afiliación.
Fuente: Leer Artículo Completo