Si no has reconocido a Charlize Theron en su nueva película, es porque lleva el característico (y sexista) maquillaje de las presentadoras de Fox
“Hace calor aquí dentro”. Esta es la única frase que se oye en el ascensor que aparece en el tráiler de Bombshell. Esta película, que promete titulares y premios, está basada en la historia de los abusos que muchas trabajadoras de FOX News sufrieron por parte de su jefe y fundador de la cadena Roger Ailes. En este ascensor se encuentran tres mujeres rubias y tensas. Hablar del tiempo siempre es socorrido; a veces es lo único que se puede hacer en un entorno en el que todo el mundo calla; esa sensación sofocante es la que anuncia esta película que se estrena en diciembre en Estados Unidos. Hacía calor ahí dentro.
En la escena se reconoce sin problemas a Margot Robbie, a Nicole Kidman (y a su enésima peluca) y, con un poco más de trabajo, a Charlize Theron. Si fuéramos norteamericanos estaríamos mucho más sorprendidos: la actriz sudafricana no solo está caracterizada de alguien, sino que ese alguien es Megyn Kelly. Esta periodista sacudió el mundo informativo cuando desveló en 2016 en su autobiografía Settle for More que sufrió abusos por parte de Ailes. Kelly es una figura popular en Estados Unidos y el parecido de la actriz con ella es asombroso.
Las redes sociales, siempre al quite, no han tardado en hacerse eco (y hacer circular memes) de esta caracterización. No es cirugía, es maquillaje. “Es un trabajo muy bueno: hay prótesis, hay correcciones. Cuando he visto la escena con Charlize Theron tardé en reconocerla.”, reconoce Rosa Hernán, coordinadora de maquillaje y peluquería en Movistar+ y fogueada en informativos de esta cadena, de Cuatro y La Sexta.
En este tráiler, como en toda Fox, hay mucho maquillaje. Hay tanto que su abuso ha llegado a ser noticia y tema de discusión en artículos y debates. El hecho de que las presentadoras de la cadena aparezcan como si estuvieran listas para ir a un cocktail y no para informar ha propiciado una lectura de género y política. El gloss nunca es inocente. Y menos si es muy abundante, como llegó a serlo una temporada en la Fox, que siempre fue republicana, camorrista y avaló una cultura sexista que hoy denuncia la ficción.
Esta cadena fue fundada en 1996 por Roger Ailes, intepretado en la película por John Lithgow, y por Robert Murdoch. Ailes, un genio de la propaganda que asesoró a Nixon, Reagan y Trump, tuvo mucha responsabilidad en la definición de esa foxificación de la mujer. Se dice que él persuadió a Nixon de que el maquillaje era importante tras el debate televisivo que perdió contra Kennedy. Además, en los 70 trabajó como productor en Broadway, donde abunda la pestaña postiza. Él trasladó a la televisión su gusto por el artificio y por el espectáculo: las noticias no solo deben informar, también entretener; además, Ailes tenía claro su público dirigirse a su público: hombre blanco, de edad madura y muy conservador. Y, ¿cómo se introduce ese factor? Con mujeres, y cuanto más arregladas, mejor. Sorpresa.
La serie A Loudest Voice también cuenta la historia de los abusos perpetrados por Ailes contra las mujeres de la cadena y, sobre todo, contra Gretchen Carllson, interpretado en Bombshell por Nicole Kidman y en la serie por Naomi Watts. En los primeros episodios queda claro el objetivo de Ailes: “Quiero gente a la que el público quiera ver”. Comentarios como “Mary es una buena periodista y está como un queso”, realizados por el ejecutivo ante sus colegas revelan una cultura de empresa que jalea y consiente este comportamiento sexista. A las mujeres de la Fox les han llamado “reinas de belleza” y “George Hamilton femenino”.
Esto no solo afectaba (y afecta) a las presentadoras, sino también a las invitadas y colaboradoras; es decir, una académica de Columbia o una experta en Seguridad Social también aparecen en pantalla foxifizada. Ellas no tenían voz respecto a su imagen, era Ailes el que marcaba la agenda y mostraba a las mujeres que le gustaban a hombres como él. Estos hombres no querían mujeres con pantalones porque no se le veían las piernas, acariciaban a periodistas en entrevistas de trabajo y abusaban del poder con inmunidad. En el tráiler de la película aparecen la citada Charlize Theron y Nicole Kidman, que interpretan a las periodistas reales y a Margot Robbie en el papel de Kayla Pospisil, un personaje de ficción. Todas son rubias, van impecables y tienen miedo.
Con los años, Fox News ha ganado a mujeres en la audiencia (no deja de ser el público mayoritario del cable) y el maquillaje se ha suavizado, pero sigue siendo más elevado que el de la competencia. C-Span, en las antípodas, ni siquiera tiene sala de maquillaje, sino productos que los invitados y presentadores se aplican a su antojo. Ahora se busca un rostro jugoso y con luz, como también se persigue en la calle. El maquillaje de la Fox ha evolucionado con los años pero en todas las décadas tiene un hilo conductor: está ahí y a mucha honra. En la Fox abundan el contouring (común en televisión para corregir rasgos), las pestañas postizas, el iluminador y algo que también permanece inmutable año tras año: el pelo suelto. Las mujeres del tráiler lo muestran así.
Los informativos tiene su hoja de ruta estética y una regla: nada debe distraer. Esto se traduce en que el cabello debe siempre debe estar retirado de la cara, el pelo rizado se evita, el gloss, también. El brillo atrae la mirada y si el maquillaje es muy marcado la gente no escucha la noticia. Los informativos de la noche se sube un poco más el tono, aunque el contenido sea el mismo. Cada cadena tiene su personalidad: el de Movistar, por ejemplo, es la discreción. Los labios rojos, en informativos, son difíciles de ver. El equipo de maquipelu (en la jerga del sector) sigue las modas y se renueva. Hernán cuenta: “si se lleva el corte bob, lo solemos hacer”.
Si el maquillaje de la Fox se ha tranquilizado con el tiempo, la ropa no. Hay un estilo Fox, aún vigente, que se basa en vestidos que marcan la figura, colores lisos y saturados y, con mucha frecuencia, manga pegada y hombro al aire. Hernán reconoce: “De estas presentadoras me sorprende más la ropa que el maquillaje. Parece que están en un programa de moda y no en un informativo”. Con vestido magenta manga sisa, volante de tul y media hora de brushing aparecía Laura Ingraham hace unas semanas hablando de la crisis en la frontera con Mexico. La pantalla la compartían ella y unos niños en un centro de inmigración. En esta imagen el vestido grita. Aisles siempre quiso una cadena en la que se hablara con la voz más alta que en ninguna otra.
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