Los baños de bosque japoneses (Shinrin Yoku) nos hacen felices y tenemos el estudio que lo demuestra
Admirar la naturaleza, pararse a oler las flores, pasear por una senda rodeada de árboles, escuchar el canto de los pájaros… todas las prácticas que describe el tradicional Shinrin Yoku japonés, y que los occidentales copiamos en nuestros “baños de bosque”, ahora tiene respaldo científico. ¿El motivo? Que investigadores británicos han comprobado que las personas que son capaces de destinar parte de su tiempo a disfrutar de la naturaleza son un 15% más felices (además de ser tres veces más propensas a ser ecorresponsables).
Así lo han dictaminado investigadores del National Trust y de la Universidad de Derby de Reino Unido que pidieron a un grupo de voluntarios que pusieran nota a sus vidas. Al comparar las respuestas de los voluntarios que participaron en el estudio descubrieron que el 60% de las personas que sentían que sus vidas valían la pena pasaban al menos cuatro horas a la semana rodeados de naturaleza. Además, también se descubrió que los adultos eran hasta un 15% más felices si estaban estrechamente relacionados con actividades de ocio desarrolladas en espacios naturales.
Estos datos vienen a reforzar lo que ya intuíamos: que el contacto con la naturaleza nos aporta mucho con muy poco, espacialmente a nuestra mente. Y no hace falta llegar a las cuatro horas semanales de inmersión del estudio (aunque sería lo mejor).
Como afirma el coach Ferrán Cases, autor de Bye Bye Ansiedad (Edaf) “los baños de bosque aportan grandes beneficios con tan solo practicarlos una vez al mes. Y a menor escala, los paseos por la naturaleza, a partir de 40 minutos mejora el estado de ánimo; contribuye a disminuir la producción de cortisol (la hormona del estrés) y mejora el descanso”. Visto todo esto, pregúntate, ¿cuánto hace que no te das un paseo por el bosque?
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