Interiores prêt-à-porter, por Tomás Alía
Trajes a medida, pero al alcance de la mayoría. Así define el decorador e interiorista Tomás Alía el objetivo de su nuevo proyecto, Estudio Caramba. Tras 30 años de carrera con Estudio Tomás Alía, centrado, sobre todo, en proyectos hoteleros y de espacios públicos –a gran escala, muy singulares, internacionales–, el interiorista ha querido ponerse a la cabeza de un joven equipo multidisciplinar, especialista en arquitectura, planificación urbana o paisajismo para llegar a clientes que buscan calidad y estética a un precio razonable.
“En lugar de hacer alta costura, algo que continúo haciendo bajo la firma Tomás Alía, trabajamos a medida, pero con un concepto más democrático”, explica el diseñador.
Diseño para todos los públicos
El estudio en el que se encuentra enclavado el nuevo proyecto, un amplio piso madrileño de los años 20 con espectaculares vistas a la ciudad, respira esa filosofía nueva, atractiva, confortable y discreta que exhiben las creativas piezas del diseñador. “Este espacio es un laboratorio de ideas donde conviven infografistas, paisajistas, diseñadores industriales y arquitectos –relata el experto decorador–. La idea es llevar el buen interiorismo más allá de la élite, hacerlo accesible, no centrarnos en los proyectos icónicos. El mundo ha cambiado a consecuencia de la digitalización y el diseño también. Por esa razón nos queremos acercar a la gran mayoría. Nuestro objetivo es dar a la gente lo que necesita en términos de confort, tecnología, estética”. Y en el plano económico, naturalmente.
El secreto para reducir costes está en la industrialización de los procesos y el diseño estandarizado. Y en un equipo de profesionales en los oficios más importantes: metalistas, cristaleros, tapiceros… El cliente se acerca con curiosidad. “¿Crees que puedo acceder a esto?”, pregunta. “Nosotros le escuchamos y nos adaptamos a sus necesidades –dice Alía–. Hay muchas maneras de hacer las cosas”.
Arquitectura modular, sostenibilidad, artesanía y una estética contemporánea en la que tienen un papel protagonista los materiales reutilizados y las piezas inspiradas en lo mejor del siglo XX conforman las claves de los proyectos Caramba, siempre con el sello inconfundible made in Alía: contención, delicada iluminación, respeto del entorno, color sobre un fondo neutro, riqueza de texturas y elementos naturales como el lino, el yute, la madera o el vidrio soplado: asequible sin perder la esencia.
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