Por qué la amistad entre Andrew Parker Bowles, su exmujer Camilla y la princesa Ana ha podido poner en peligro a la realeza británica
Justo después de que el príncipe Carlos hiciera sus primeros comentarios públicos después de recuperarse del coronavirus, otro diagnóstico ha evidenciado lo fuerte ya ha afectado la pandemia a las clases altas británicas. El miércoles, el Telegraph informó que Andrew Parker Bowles, el exmarido de Camilla de Cornualles, también ha contraído el virus, señalando que podría haber estado expuesto en un evento al que también asistió la princesa Ana.
El 10 y 11 de marzo, Andrew, de 80 años, fue fotografiado en el festival de Cheltenham junto a Ana de Inglaterra y otros amigos cercanos. El segundo día también fue fotografiado abrazando a Zara Tindall, la hija de Ana y su ahijada. Celebradas una semana antes de que el Reino Unido emitiera directrices que prohibían grandes reuniones, las carreras de caballos en el hipódromo de Cheltenham fueron criticadas por no haber sido canceladas a pesar de la creciente amenaza de COVID-19. Según la BBC, los organizadores del evento proporcionaron puestos adicionales de lavado de manos y dispensadores de desinfectante para manos.
Aunque no tiene títuloo, Andrew es un pariente lejano del conde de Macclesfield y un viejo amigo de la familia real, incluso participó como paje en la coronación de la reina Isabel. Como se muestra en la tercera temporada de The Crown (con algunos adornos), Ana y Andrew salieron brevemente a principios de la década de 1970 antes de casarse con Camilla, quien, por supuesto, había salido con el famoso hermano de Ana, el príncipe Carlos, y continuó su relación con él incluso después de sus respectivos matrimonios. Cuando la ruptura del matrimonio de Carlos y la princesa Diana se convirtió en alimento para los tabloides, Camilla fue atacada implacablemente en la prensa, pero Parker Bowles salió ileso de gran parte de los ataques. A lo largo de su matrimonio, que terminó en 1995, se ha mantenido en buenos términos con Ana, a pesar de la relación reavivada de su esposa con Carlos, que aparentemente comenzó después de que los dos consideraran la separación. No obstante, siguieron siendo miembros del estrecho círculo social de la familia.
El diagnóstico de coronavirus de Andrew es una señal de que la cercanía generalmente admirable entre la familia real y sus amigos, exparejas y familiares extendidos también supone sus propios riesgos. El período de incubación para que el coronavirus se haya extendido en el hipódromo de Cheltenham ya ha pasado, y hasta el momento el palacio no ha anunciado si Ana, Zara u otros parientes han sido sometidos al test después de asistir al festival. Según el Telegraph, un centenar de asistentes al evento de la alta sociedad han reportado síntomas coincidentes con el virus.
Artículo publicado originalmente en la edición estadounidense de Vanity Fair y traducido. Acceda al original aquí.
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