Todo lo que sé de uniformes de teletrabajo lo aprendí de ellas
La primera fue Carrie Bradshaw cuando freelance o home office sonaba más sofisticado que autónomo y teletrabajo. El personaje más memorable de Sarah Jessica Parker que nos hizo creer que era posible vivir en un piso (¿qué digo? ¡pisazo!) en pleno Manhattan con el salario que se obtiene de una columna mensual en una revista, tecleaba afanosamente en su portátil sus reflexiones acerca del mundo de las relaciones y la moda, dos de sus cosas favoritas, siempre vinculados por alguna ingeniosa metáfora.
La terminología tardaría tanto en imponerse en nuestro idioma como el concepto en nuestras empresas. Mientras, en Alemania, más del 70% de los contratos contemplan trasladar la oficina a casa (al menos) una vez al mes para reducir el absentismo por meras cuestiones prácticas como la lectura del gas o la entrega de un paquete. De ahí que la protagonista de Sexo en Nueva York se elevara como la máxima -cuando no la única- referencia en cuanto a uniformes de trabajo remoto de las primeras profesionales que, tras la crisis de 2008, se enfrentaban a este nuevo modelo laboral a falta de un hueco fijo tanto en la plantilla como en la oficina. Y no os lo vais a creer, pero todo lo que innovaba Patricia Field en su vestuario de exteriores, lo simplificaba de puertas para dentro.
Como la propia decoración de su dormitorio, su estilo también cambia mucho a lo largo de las 5 temporadas de la serie. De los leggings con jersey hasta los vestidos lenceros, el estilo de Carrie conserva más realismo en las escenas en que está sentada frente a su ordenador que en cualquier otra secuencia. Y, como el personaje, van ganando en madurez y audacia a medida que la ropa ganaba tanto protagonismo y popularidad como las 5 amigas o la ciudad de Nueva York.
Carrie Bradshaw fue la primera, pero no la única. Cuando una se encuentra ávida de inspiración para vestir tan bien en casa como un día se propuso hacerlo en la oficina, va tomando conciencia de la importancia que tiene la ropa en su productividad y estado de ánimo. (La ropa como las palabras -dos de mis cosas favoritas- importan y actúan como etiquetas o categorías que limitan nuestra percepción. Por eso los expertos recomiendan llevar un uniforme de teletrabajo para diferenciar la jornada laboral de las horas de ocio y sacar provecho de ambas.) Y de la misma forma, va tomando nota de todas las posibles ideas ocultas en sus películas y series favoritas.
Cuando una sueña con vestir, pensar y escribir como Joan Didion quizá lo más sencillo sería empezar por lo primero. Audrey Hepburn siempre es una buena idea y las chicas de Friends (seas más de Phoebe, de Rachel o de Mónica) pasaban más tiempo en casa o en el Central Perk que en cualquiera de sus empleos. Por no hablar de las temporadas inactivas por las que pasaron las tres.
Todas ellas y otras muchas mujeres inspiran estos 7 estilismos para estar y trabajar bien en casa. Uno para cada día de la semana.
© Cortesía de H&M
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