Las dos nuevas muertes del clan Kennedy, una maldición que continúa

Los Kennedy son algo así como una Familia Real para Estados Unidos. Cuando John Kennedy fue elegido presidente en 1960 cumplía con todos los requisitos para enamorar a la prensa de sociedad: joven, guapo, con una estilosa mujer, Jackie Kennedy, y dos hijos preciosos. Eran la viva imagen de la felicidad, una felicidad que el destino siempre ha puesto en jaque en el clan de los Kennedy.

Los Kennedy vuelven a ser hoy noticia por la muerte de dos de sus miembros, Maeve Kennedy Townsed, de 40 años, y su hijo Gideon, de ocho, nieta y bisnieto del exsenador Robert F. Kennedy, hermano de John Kennedy. Ambos desaparecieron durante una salida en canoa el pasado jueves por la bahía de Chesapeake, cerca de Washington. Madre e hijo estaban jugando en el jardín de su casa con una pelota que se escapó al mar y decidieron recuperarla con su canoa, pero nunca más volvieron a tierra firme. Maeve estaba casada y tenía otros dos hijos.

Las muertes violentas, por accidente o en extrañas circunstancias han jalonado la historia de esta familia que llegó a Estados Unidos procedente de Irlanda en 1849 y rápidamente unió su destino a los negocios y la política. Patrick Kennedy y Bridget Murphy eran los abuelos de Joseph Patrick, que se casó con la socialité Rose Fitzgerald, hija mayor del alcalde de Boston. Y la desgracia no tardó en perseguir a sus hijos.

Joseph Kennedy

Su hijo mayor, Joseph, murió combatiendo en Europa durante la Segunda Guerra Mundial con el ejército americano. Era el hijo favorito del patriarca, había estudiado en Harvard y adoraba el fútbol y el rugby. Antes de irse a combatir, había dado sus primeros pasos en política, como delegado en la Convención Nacional Demócrata.

Kathleen Cavendish

Su hermana no corrió mejor suerte y también murió antes de cumplir 30 años en un accidente de aviación. Llegó a ser marquesa de Hartington gracias a su boda con William Cavendish, que no contó con la bendición de sus padres. Su marido murió cuatro meses después de la boda y ella volvió a encontrar el amor con el conde Fitzwilliam. Pero ambos murieron en un accidente aéreo cuando viajaban a Francia.

John Kennedy

El asesinato del que fuera presidente de Estados Unidos es, sin duda, uno de los capítulos más estudiados de la historia moderna. Era noviembre de 1963 cuando una bala disparada por Lee Harvey Oswald acabó con su vida. Tenía 46 años y una prometedora carrera política por delante. Kennedy sigue siendo recordado por su defensa de los derechos civiles y con solo dos años como presidente logró forjar su leyenda.

Solo tres meses antes de su muerte, John y Jackie habían enterrado a su tercer hijo, Patrick, que nació prematuro y murió con solo un mes de vida debido a dificultades respiratorias. Su viuda, Jackie Kennedy, siguió acaparando la atención de la prensa durante toda su vida, un interés acrecentado por su posterior boda con el armador griego Aristóteles Onassis.


John Kennedy Jr.

Si alguien supo heredar el atractivo de su padre, ese fue John Kennedy Jr., conocido como John John. El hijo pequeño del presidente trabajó como abogado, periodista y editor de la revista George. Fue sonado su romance con la actriz Daryl Hannah y terminó casándose con Carolyn Bessette, que trabajaba para Calvin Klein. John John murió con solo 38 años, en el verano de 1999, junto a su esposa y la hermana mayor de esta. Los tres viajaban en la avioneta de John y se dirigían a Hyannis Port, Massachusetts, para asistir a la boda de Rory Kennedy, prima de John.


Robert F. Kennedy

El hermano pequeño del presidente, uno de sus asesores de confianza, murió de manera parecida a John Kennedy. Fue senador por el estado de Nueva York y sus pasos se encaminaban hacia la presidencia del país, convertido en digno sucesor de su hermano. En junio de 1968 se anotó la victoria en el estado de California y esa misma noche, mientras caminaba por el pasillo de su hotel en Los Ángeles, fue disparado a quemarropa por Sirhan Bishara, palestino contrario a las posiciones de Robert a favor del estado de Israel. Robert estaba casado con Ethel Skakel y tenía once hijos. Su última hija, Rory, nacería meses después de su asesinato y no llegó a conocer a su padre.


David Kennedy

Sin duda la saga formada por Robert y Ethel Kennedy ha sido la más golpeada por la tragedia. Su hijo David falleció por una sobredosis de droga en 1984 cuando se encontraba en Palm Beach, en el estado de Florida. Desde muy joven había coqueteado con las drogas, un problema que él mismo había reconocido.

Saoirse Kennedy Hill

Hace menos de un año, la muerte también golpeó a la familia de Robert Kennedy. Su nieta Saoirse, hija de Courtney, falleció el pasado verano en la casa familiar de Hyannis Port a causa de una sobredosis. La joven solo tenía 22 años y había reconocido en más de una ocasión que sufría una depresión.




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