El confinamiento de la infanta Elena: un vídeo viral, paseos a Tula y mucha cocina

Corren buenos tiempos para las segundonas de las familias reales europeas. Mientras la princesa Ana de Inglaterra protagoniza la portada de este mes de nuestra edición estadounidense, un reportaje excepcional con recadito a Meghan y Harry incluido del que se han hecho eco todos los medios nacionales y extranjeros, la infanta Elena (Madrid, 1963) ha sido una de las figuras indiscutibles de la semana. ¿El motivo? Un vídeo en el que la hermana del rey canta Resistiré junto a un grupo de sus amigos –entre ellos, su inseparable Rita Allende-Salazar– en el salón de su casa de Madrid, y que no solo se ha vuelto viral: ha roto cualquier reticencia previa ante la canción del Dúo Dinámico, esa suerte de himno para estos días.

https://youtube.com/watch?v=y3bAsdrgcBI%3Frel%3D0

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Tal y como se desprende del vídeo, doña Elena es una gran aficionada al canto. Tiene además amigos en la industria musical como Los Chunguitos, con quienes festejó el triunfo de Tamara Falcó en el concurso de televisión Masterchef el pasado mes de noviembre. La infanta no dudó en sumarse a la celebración que ofreció Isabel Preysler en su casa de Puerta de Hierro, de la que tuvimos noticia por las instantáneas que compartieron los rumberos en las redes sociales. De hecho, a la duquesa de Lugo le encanta la música española, que suele escuchar en casa o mientras conduce su coche. Emisoras comerciales que tiene sintonizadas y memorizadas y que, como contamos en un reportaje de nuestra portada de 2012 de arranque ya histórico –"¿Quién coño me ha movido el dial de la radio?"– le molesta mucho que le alteren.

Además de cantar Resistiré, la infanta sale cada tarde al balcón de su casa, en el madrileño barrio de El Retiro –y donde tiene desplegada por cierto la bandera de España–, a aplaudir a médicos, enfermeros y demás personal de la sanidad que hacen frente a la pandemia. Y, como millones de compatriotas, cumple escrupulosamente las normas que ha dictado el Gobierno: solo sale de casa para sacar a Tula, su Fox Terrier, y suele hacerlo con guantes y mascarilla. Fue precisamente en uno de esos paseos en los que concedió unas breves declaraciones a los medios para aclarar que se encontraba bien, que sus hijos Felipe y Victoria Federica no pasan con ella el confinamiento y que espera que todo pase pronto. "Un agradecimiento a todos los que nos ayudan, a todos los servicios públicos", subrayó.

Desde su entorno nos confirman que la infanta lleva mal el hecho de estar alejada de sus hijos, con quienes está en contacto permanente a través del móvil, también montar a caballo, otra de sus grandes pasiones. Para sobrellevar la situación, y como tantos españoles, la directora de Proyectos de la Fundación Mapfre se refugia en la cocina. Doña Elena es una cocinera experta titulada por la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu.

Quienes la conocen destacan un rasgo de su -fuerte- carácter: su lealtad. Doña Elena tiene amigos de toda la vida. Es el caso de la condesa de la Ventosa, del jinete Luis Astolfi o del modista Lorenzo Caprile, autor de los trajes más memorables que ha lucido la infanta, como aquel rosa capote que llevó a la boda de Victoria de Suecia. Durante años –en concreto, los que duró su matrimonio con Jaime de Marichalar– la hija mayor de los reyes Juan Carlos y Sofía era habitual en las listas de mejor vestidos gracias al estilo sofisticado que adoptó con ayuda de su marido. Hoy, y aunque saca de vez en cuando algún bolso 2:55 de Chanel o un par de zapatos de Manolo Blahnik de la época, la infanta destaca más por su aspecto funcional, y prefiere las chaquetas tipo sahariana y los pantalones holgados a los tailleurs de alta costura. Hablando de costura: coser es otra de las aficiones que practica estos días.

¿Su accesorio favorito? Cualquiera que lleve los colores de la bandera de España. Hasta la correa de Tula es roja y gualda…



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