Benedetta Barzini: modelo de Gucci Beauty a los 78 años

En el universo de Alessandro Michele todo es posible. En el de Benedetta Barzini, también. A sus 78 años, esta mujer de pelo gris y melena salvaje ha vivido en primera persona los sinsentidos de la industria de la moda. Esa misma que un día muere por ti, te abraza y pone el mundo a tus pies para de de pronto, querer dejarte a un lado. La historia de Benedetta la conocimos el pasado mes de julio cuando Filmin publicó en su catálogo el documental La desaparición de mi madre (2019), del director e hijo de la modelo Beniamino Barrese. Una narración desgarradora, sensible y realista de lo que esta mujer, la primera modelo italiana en ser portada de una revista de moda en USA en los años 60, ha vivido.

A Benedetta la descubrieron siendo aún muy joven mientras paseaba por las calles de Roma. Entonces era una joven de 20 años adinerada y rebelde que no dudó en subirse a un avión y cruzar el charco para posar en Nueva York ante los fotógrafos más famosos. Cuenta su hijo en el documental que durante cinco años todos la querían ante su objetivo, de Richard Avedon a Helmut Newton, y que entre sus amigos figuraban Salvador Dalí o Andy Warhol. Pero aquella vida de éxito se esfumó de la noche a la mañana y su propia agente le recomendó buscarse un marido rico para seguir viviendo.La respuesta de Benedetta no tardo, hizo las maletas y volvió a Italia desubicada y tratando de asimilar lo que había vivido.

Pero si la vida profesional de esta bella mujer fue cruel en sus inicios, también los fue la vida personal si tenemos en cuenta que su marido, el cineasta Roberto Faenza, la abandonó el mismo día que daba a luz a sus gemelos en 1970. Con todo, Benedetta sacó fuerza de flaqueza y comenzó su otra vida, la de activista feminista y comunista que cuestionaba los roles de la mujer en una industria de la moda que aún tenía que evolucionar mucho.

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Aunque como otros nombres que alcanzaron el estrellato demasiado pronto Benedetta quiso dejar a un lado la vida pública, su hijo no quiso que esta desaparición se hiciera efectiva. Tampoco grandes firmas que siguen llamándola para sus desfiles y campañas. Algo a que lo que Benedetta ha accedido pero en ocasiones contadas. Tanto es así que ni siquiera estaba de acuerdo con que su hijo se empeñara en perseguirla con la cámara para hacer su documental.

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Pero un sí es precisamente lo que le dio Benedetta Barzini a Alessandro Michele cuando la llamaron para formar parte de la campaña de belleza de Gucci #GucciBeautyWishes. En un alegato por una belleza atemporal y sin distinción de edad, raza o condición, Gucci ha querido apostar por la inclusividad también en su campaña de belleza (sobre la pasarela ya lo hemos visto en otras ocasiones). Y en esa apuesta, Benedetta cobra protagonismo y demuestra que la belleza no es efímera y que se puede estar radiante se tenga la edad que se tenga. «Solo cuando dejas de preocuparte de volverte invisible puedes contemplarte a ti misma. Solo entonces eres libre.», le decía Benedetta a su hijo en el documental. Y así es como esta modelo ha sido libre para seguir enamorando tres décadas después a esa misma industria que en los años 70 le quiso cerrar las puertas.




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