Bruma facial: para qué sirve realmente y cuándo es conveniente usarla según los expertos

La bruma facial era el típico producto estacional del que nos acordábamos, como de la crema solar, durante el verano. Sin embargo, hace unos meses y en pleno otoño este producto se colaba en el prime time gracias al estilista Josie, finalista de Master Chef, que no dudaba en rociar a cualquier invitado o miembro del jurado con la bruma que siempre lo acompañaba. Una campaña involuntaria de marketing y concienciación que ha hecho plantearse a mucha gente el uso de este cosmético. Porque, al igual que sucede con la protección solar, es algo que deberíamos usar todo el año. De hecho, expertos cosmetólogos lo consideran un producto esencial que no debería de faltar en nuestra rutina. Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, recomienda usarla todo el año porque, a nivel acondicionamiento es perfecta para cualquier época, “se suelen componer de principios equilibrantes que benefician siempre”.

Para Mónica Rangel, farmacéutica experta en cosmética, analista clínico y alma mater de Codes ID Cosmetics, la bruma es la gran olvidada de la rutina de belleza, “no solemos aplicarlo para humedecer la piel (antes de aplicar productos de limpieza facial), sino que recurrimos al agua de grifo. Sin embargo, algunas personas con piel sensible o con rosácea y dermatitis, sí que están concienciadas a usarlas como primer paso para humedecer la piel y luego para aclarar”.

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Y es que las brumas son una de las mejores aliadas de las personas con piel sensible, “como suelen provenir de aguas de manantial o aguas termales, tienen propiedades minero medicinales para piel más frágil, como la de los bebés, es decir, van enriquecidas con minerales y oligoelementos que la piel necesita y capaces de penetrar en capas más profundas y ese aporte ayudará a reparar el “manto ácido” una capa que cubre las capas más superficiales de la piel, por ende, calma e hidrata”, explica Mónica Rangel de Codes ID Cosmetics.

Según esta experta, lo ideal es aplicarla después del tónico y esperar a que se seque tras su uso para aplicar el resto de productos.

Pieles sensibles, situaciones de deshidratación o el uso de mascarillas: para qué es buena la bruma

La farmacéutica experta en cosmética, Mónica Rangel, nos explica que la bruma es un producto recomendado para todo tipo de pieles y, en especial, para las sensibles como una piel masculina recién afeitada o zonas corporales recién depiladas, piel reactiva con tendencia a la tirantez y enrojecimiento (como pieles con rosácea, acné o dermatitis atópica), piel bronceada o quemada: “en estos casos se puede utilizar como complemento cosmético al aftersun, debiendo de aplicarse primero la bruma”.

También se aconseja su uso en situaciones externas o condiciones ambientales que inducen a una rápida deshidratación de la piel. Como, por ejemplo, las producidas por una frecuente exfoliación química o física, la aplicación de cosméticos no idóneos o muy agresivos para la piel que resecan, el actual uso de mascarillas o en ambientes muy secos y calientes o fríos.

Una aplicación sin contacto, una de las claves de su éxito

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“La ventaja de las brumas faciales en cuanto a formato reside, sobre todo, en la ausencia de contacto con la piel. Por un lado, es más higiénico y, por otro, evita posibles reacciones, presentes sobre todo en las pieles más reactivas o sensibles. Lo normal es que la bruma esté en los tónicos o esencias por ser fórmulas más líquidas. Al final, es un formato más cómodo y de menos impacto para la piel”, nos explica Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.

La bruma facial: un paso más en nuestra rutina de belleza

Para la experta de Codes ID Cosmetics, la bruma facial no debería ser considerada como un ‘accesorio cosmético’ o un producto estacional, “debería formar parte de nuestra rutina diaria sabiendo que aporta propiedades mineromedicinales a la piel (tienen una composición más del 90% es agua de manantial o termal), ayudando a su reparación e hidratación de las capas más superficiales. Algunas brumas faciales adicionalmente tienen activos botánicos y esto le confiere beneficios adicionales como: acción descongestiva y antiinflamatoria, gracias a activos botánicos como Agua de Rosas y de Azahar, Aguas florales de Almendro, Malva, Mimosa, Lirio Blanco, Eufrasia, Hipérico, Hammamelis…

Un formato ideal para todo tipo de pieles pero con atención a los componentes

Como ocurre con cualquier producto cosmético, antes de lanzarse a usar una bruma facial hay que fijarse en los componentes que incluye su fórmula, tal y como nos advierte la experta de Omorovicza, “como formato, es mucho más amigable con cualquier tipo de pieles. Lo que puede variar de cara a desaconsejarlo no es tanto el formato bruma, como los principios. Una bruma hidratante o humectante suele ser recomendable para cualquier piel, mientras que una que contenga, por ejemplo, alfahidroxiácidos, puede no serlo tanto para pieles sensibles.

Aplicar cuanto se quiera pero, combinada con tratamientos hidratantes

Mónica Rangel no ve inconveniente en que la bruma se aplique tantas veces como se quiera, la recomendación es que no se use como cosmético hidratante en sí mismo, “porque aunque su aportación en minerales como Magnesio, Calcio, Silicio, Sodio, es un paso esencial para iniciar la hidratación de la piel, aumentar la frecuencia y cantidad puede inducir a un efecto rebote, es decir, deshidratación, pues creas un ambiente hipertónico en la superficie de la piel (alto en sales minerales) que inducirá a un efecto osmótico que va desde el interior de la piel hacia el exterior y el agua se evaporará, cuando interesa que ocurra efecto contrario, que se absorba y se retenga en las capas de la epidermis” por lo que, para evitarlo no hay que olvidar de aplicar la crema hidratante de tratamiento habitual.

Magic Moisture Mist de Omorovicza

Una bruma que hidrata, nutre y revitaliza con una fórmula innovadora en dos fases. 82 euros.

Xémose bruma de Uriage

Con una fórmula ultra ligera de rápida absorción nutre y calma la piel al instante. Es perfecta para las pieles atópicas. 17,90 euros.

Flower Beauty Power de Miya Cosmetics

Bruma facial con vitaminas, ácido hialurónico y agua termal para un chute de hidratación instantánea. 10,95 euros.

Bruma energizante anti-polución de Skintsugi

Bruma a base de extractos de flor de azafrán y hammamelis que protege de la luz azul y la polución ambiental, además de revitalizar y que puede aplicarse incluso sobre el maquillaje. 6,95 euros.

Bruma Hydra Life de Dior

La Brume Sorbet Énergisante estimula la hidratación cutánea y revitaliza la piel. Sirve también para fijar el maquillaje y aporta luminosidad. 36,50 euros.

Secret Mist de Germaine de Capuccini

Refrescante agua de belleza con poder para revitalizar el rostro y protegerlo de la polución. 27,60 euros.

Bruma Thirsty Skon Relief de Clinique

Fórmula sin aceites que hidrata la piel al instante. 36 euros.

Restore Facial Mist de APoEM

Bruma facial anti-contaminación y anti-toxinas de acción reparadora e hidratante. 29 euros.

Bruma facial Calmante de Lancôme

Bruma enriquecida con leche de rosa, agua de rosa y ácido hialurónico para calmar e hidratar la piel. 17,35 euros.

Bruma Eight Hour Miracle Hydrating de Elizabeth Arden

Bruma cuya formula contiene una mezcla de súper frutas e ingredientes hidratantes para hidratar y revitalizar la piel. 26 euros.

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