Esta podría ser la razón por la que engordamos más en invierno y nunca lo hubiéramos imaginado

Unos meses antes de empezar el verano nos ponemos manos a la obra en lo que todos conocemos por la «operación bikini», pero una vez llegan las vacaciones se nos olvida y solo nos centramos en disfrutar (como debe ser) de la temporada estival. Y aún así parece que conseguimos mantenernos en nuestro peso y con nuestra figura deseados. Cierto es que, aunque no nos privemos de nada, no paramos de ir de allá para acá y no estamos quietas ni un minuto, pero no es la única razón. También tiene que ver en ello la luz del sol.

Según un estudio del Instituto de la Diabetes de la Universidad de Alberta, en Edmon (Canadá), la baja exposición solar favorece el aumento de grasa corporal. Cuando las ondas de la luz del sol penetran en nuestra piel, alcanzan las células de grasa y, en consecuencia, las gotas de lípidos se hacen más pequeñas y se liberan de las células, por lo que nuestras células no almacenan tanta grasa mientras que la poca luz solar que siempre hay en invierno puede promover el almacenamiento de lípidos y contribuir al aumento de peso.

Por esto, en invierno nos cuesta mucho más quemar la grasa acumulada. Y, por supuesto, a este factor hay que sumar que nuestras jornadas implican estar muchas horas sentadas y en casa, comidas más grasas y guisos que nos ayudan a mantener el calor, etc.

Para contrarrestar este efecto que tiene el invierno y su falta de luz y calor en nuestro cuerpo debemos hacer ejercicio diariamente, aprovechar las horas de sol y, como apuntan los expertos, mantener la microbiota intestinal (el conjunto de microorganismos beneficiosos que alberga nuestro cuerpo de forma natural) equilibrada. Y es que esta refuerza una pérdida de peso y reduce las posibilidades de volver a recuperarlo. Porque ayuda a la nutrición con la producción de vitaminas y a absorción del calcio, y al metabolismo, protege frente a las infecciones y ayuda al sistema inmune.

También hay productos que ayudan a reducir las grasas y con los que podemos dar un impulso a los remedios para esta situación. Uno de ellos es este captador de Oneobiol, que tiene acción prebiótica para mantener y fortalecer la microbiota. Además, capta el 75% de las calorías ingeridas. Cuesta 39,90 euros y lo ideal es tomar dos cápsulas al día.

¡Lo quiero!




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