Estas 5 posturas de yoga relajan un montón (además de tonificar y ponerte fuerte)
De repente, sin haberlo planeado, muchas estamos probando el teletrabajo REAL por primera vez. Y día a día estamos descubriendo que esto de trabajar desde casa tiene muchas cosas buenas: flexibilidad de horarios, más productividad, mejor concentración, ahorro del tiempo de los desplazamientos…
Pero pasarnos todo el día metidas en casa –durante muchos días seguidos– puede ser muy estresante mental y físicamente. Puede generar ansiedad, hacer que comamos compulsivamente y que el cuerpo acabe entumecido por la falta total de ejercicio. Hay que ponerle remedio YA.
Aunque nunca antes hayas practicado yoga hay asanas o posturas sencillas que son perfectas para practicar en casa. No importa si tu nivel como yogui es súper básico. Estas posturas activan suavemente el cuerpo, eliminan la sensación de acartonamiento de los músculos, relajan la mente… Y si las mantienes durante tiempos largos (varios minutos), incluso ayudan a dormir mejor.
“Un buen momento para practicarlas puede ser al final de la jornada de teletrabajo”, dicen en la cadena de gimnasios Metropolitan. Apaga el ordenador, ordena la mesa en la que has estado trabajando y colócate en un lugar diferente.
Busca "un sitio tranquilo alejado del ruido y donde sepas que nada ni nadie te va a molestar durante cinco o diez minutos”, dice Isabel Isabel Manso, profesora de yoga del hotel Barceló Portinatx. La zona más despejada del salón o de tu habitación o junto a una ventana con luz natural son lugares perfectos.
Respira hondo
“La respiración consciente aumenta la energía, reduce el estrés y ayuda a mantener la serenidad”, dice la yogui Isabel Manso. Es importante porque “llena de oxígeno nuestros órganos, y en especial el cerebro, que nos mantiene lúcidos para controlar las sensaciones de nuestra mente”.
Siéntate en el suelo en una postura cómoda como el medio loto, con la espalda recta y las piernas cruzadas, colocando el pie derecho sobre el gemelo izquierdo. También puedes tumbarte boca arriba con las palmas de las manos hacia el techo.
Cierra los ojos y respira lentamente por la nariz fijándote en cómo el aire te hincha el tórax. Sigue respirando e intenta que el aire llene la zona del vientre (colócate las manos en el abdomen para sentir cómo se llena). Exhala lentamente por la nariz hasta que tu ombligo se hunda hacia la columna. Hazlo durante cinco minutos para llenarte de oxígeno y relajar tu cuerpo y tu mente.
Bebé feliz
Hay asanas que “activan la circulación, especialmente en las piernas que tanto se resienten cuando pasamos mucho tiempo sentados", dicen en Raw. Una buena asana para desentumecer las piernas y a la vez calmar la mente es la del Bebé Feliz. Túmbate boca arriba y respira hondo. Cuando sueltes el aire, flexiona las rodillas y acércatelas al pecho, con las piernas separadas.
Vuelve a inhalar y agárrate los pies con las manos desde el exterior de las piernas. Mantén la postura mientras haces 20 respiraciones lentas. Esta postura también aumenta la flexibilidad de las piernas y de la articulación de la pelvis. Aunque al principio no llegues bien a agarrarte los pies, verás como notas avances día a día.
Diamante
Ponte de rodillas con el empeine del pie apoyado en el suelo. Siéntate sobre los talones con la espalda recta y deja que las manos reposen sobre tus rodillas, relajando hombros y brazos. Mira al frente, fijando la mirada en un punto. Respira profunda y lentamente, aguantando 30 segundos cada respiración. Haz entre 10 y 20 respiraciones.
Esta postura calma la mente y tonifica las rodillas, los tobillos y la cadera. Concentra la vista en un punto alejando la mente del ruido y encontrarás “un punto de descanso para la actividad cerebral”, dice el doctor López Tallaj. Esta práctica "mindfulness es muy efectiva contra el estrés, la ansiedad y el nerviosismo que debilitan las defensas del organismo” y nos dejan más indefensos frente a gripes o constipados.
Niño
Ponte de rodillas y siéntate sobre los talones, con los pulgares de los pies tocándose y las rodillas separadas el ancho de las caderas. Inclínate hacia adelante apoyando la frente en el suelo. Estira los brazos a lo largo del tronco y coloca las manos junto a los pies, con las palmas hacia el techo.
Esta postura de descanso estira las vértebras, relaja la columna, alivia los hombros cargados y reduce la fatiga mental. Si mantienes la postura mientras focalizas tu mente en un pensamiento positivo puedes también “aumentar la concentración, lo que te da serenidad y te ayuda a ser más eficiente”, dicen en Sprinter.
Montaña
Si tienes el brazo y la mano dormidos tras todo el día enganchada al ratón del portátil, esta asana es perfecta para estirar los brazos. También estira la espalda y abre el torax, lo que hará que estés más relajado. Y aumenta la estabilidad de las piernas, las caderas y la columna, mejorando tu postura en general y evitando que estés encorvada. De pie, mirando al frente, coloca los pies separados, en línea con la cadera.
Levanta los brazos con las palmas mirándose entre sí, cuidando de que el eje pies-hombros-codos-manos forme una línea lo más recta posible. Practica el trataka (“contemplar” en sánscrito), una técnica de yoga que consiste en mirar fijamente un objeto externo. “Mejora la concentración, la memoria y la vista”, dice Vivian Lo, responsable de Experiencia de la aerolínea Cathay Pacific
Relajarse a través del yoga y la meditación es la mejor medicina que puedes darle a tu cuerpo y a tu mente tras un día entero trabajando sin salir de casa. Namasté.
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