Los maquillajes de ojos reinan en la Semana de la Moda de París
Los maquillajes de ojos de la Semana de la Moda de París, que acaba de echar el telón, han tenido un especial protagonismo. Su pasarela, esta vez convertida en diferentes escenarios, ha dejado auténticas imágenes para el recuerdo.
Las firmas que han desfilado en el calendario de la industria de la capital gala parece que se han hecho todavía mucho más conscientes del momento en el que vivimos, no solo porque se hayan visto obligadas a cambiar los desfiles presenciales, en algunos casos, por shows y producciones, sino porque en esta edición han decidido darle presencia a los ojos en sus looks.
Con la mascarilla, la mirada se ha hecho la parte más importante del rostro ya que es la única que se ve el 100 por 100 del tiempo, así que hay que echar toda la carne en el asador con ella. Y para prueba Chanel, Dior, Schiaparelli o Giambatista Valli, entre otros, que han sentado las bases de las tendencias en maquillaje para la mirada y llevan la extravagancia por bandera.
Nada de eyeliners sutiles. Chanel los propone bien marcados, casi como una sombra y rodeando el ojo y marcándolo al completo, de la forma más punk posible.
El punk también invadió el maquillaje de Dior, que proponía un smokey eye reinventado. «Apliqué la nueva sombra Diorshow Mono
Couleur Couture 098 Black Bow Matte con bastante intensidad
en las esquinas interiores y exteriores de los ojos», señala Peter Philips, director creativo ed imagen y maquillaje de Dior. «Seguidamente, lo difuminé gradualmente emborronando la
sombra para crear una zona más clara en el centro del
párpado móvil. esto abre la mirada creando un difuminado
más pictórico que evita un efecto sobrecargado o
demasiado elaborado», señala.
«Añadí el toque final a este look poético estructurando las cejas con el lápiz ultra preciso Diorshow Brow Styler y la máscara de cejas Diorshow Pump ́n’ Brow, adaptados a cada tono de piel», añade.
Como apunta Nina Mounah, las cejas se siguen escribiendo cuando más gruesas mejor, subrayando lo natural y despeinadas, dando carácter al rostro.
Schiaparelli ha jugado al despiste porque no se sabe si lo que lucen sus modelos son delineados o una nueva versión del ahumado o todo a la vez. Los párpados se tiñen de un tono melocotón que contrasta y corta un delineado difuminado estilo cateye que rasga la mirada.
Los ojos se convierten en un lienzo en blanco sobre el que pintar. Giambatista Valli lo ha confirmado jugando con los colores y las texturas en las sombras de ojos, olvidándose de los límites.
Lo ha confirmado Shiatzy Chen: el eyeliner flotante de Lucy Boynton es ya el eyeliner clásico.
Las pestañas de Givenchy se han llevado toda la atención, y es que, las inferiores parecen mucho más largas de lo habitual y además dan profundidad al ojo delineando de blanco el interior, lo que hace parecer que están mucho más abajo.
Paco Rabanne propone rasgar el ojo, peor no con el delineado, sino difuminando las sombras en punta, con un ahumado poco marcado, más sutil y elegante, que deja la importancia a su forma.
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