No más dramas con el maquillaje roto: te enseñamos a arreglar el colorete en pedazos y la barra de labios partida
A veces no hace falta más que un mal golpe para que todo el cuidado que le has puesto a tu paleta de sombras favorita se vaya al traste. Otras es la barra de labios que tanto te costó encontrar la que se parte y provoca una pequeña tragedia. Puedes lanzarte a la calle y, con suerte, comprar otra. O puedes tratar de solucionarlo, porque el maquillaje también es algo que si se rompe, puedes arreglar.
Entre las desgracias beauty más comunes está que tus sombras, coloretes y demás polvos compactos dejen de serlo. Si al abrir el estuche te encuentras con el maquillaje hecho pedazos, vete buscando una alternativa temporal.
Pero cuando tengas un momento, vas a convertirlo en un polvo más fino y le vas a añadir unas gotas de alcohol isopropílico o de agua de rosas. Una vez mezclado, colocamos encima un pañuelo de papel y presionamos firmemente con la mano. Lo retiramos y dejamos que el polvo se seque antes de usarlo.
Si no tememos pasarnos con el líquido y arruinar los polvos por completo, podemos limitarnos a utilizarlo en polvo. Para ello metemos los restos en una bolsa y los aplastamos con una cuchara. Una vez roto lo tamizamos, o pasamos por un colador golpeándolo levemente, mientras lo vertemos en un recipiente limpio.
Este último método está especialmente recomendado para los polvos base, ya que en el caso de bronceadores y coloretes es su compactación la que nos permite ser más precisas a la hora de maquillarnos.
Si tu drama está relacionado con el lápiz de labios no temas, porque también tiene solución. El truco está en proporcionar calor a ambos pedazos, ya sea con el secador de pelo, la calefacción o incluso un mechero. Aunque en este último caso conviene mantener las distancias, para que no se derrita o nos quememos.
Una vez calientes los uniremos, empujando suavemente hacia la base, y los dejaremos asentarse unos minutos. Entonces procedemos a limpiar los bordes ásperos, cerrar el lápiz y dejarlo en la nevera durante una noche para que se endurezca.
Para evitar estas penas es conveniente viajar con el maquillaje en pequeños neceseres que trataremos de “fijar” entre nuestras prendas de ropa, para que no se muevan, minimizando las posibilidades de rotura. En el caso de los bolsos sucede algo similar, aunque aquí depende de ti cómo y dónde lo dejes. Y lo que pueda pasar.
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