Penélope Cruz: con flequillo y sin flequillo en un solo día
Penélope Cruz está viviendo uno de sus mejores momentos. La actriz ha llegado a lo más alto de su profesión: ha obtenido el reconocimiento de la crítica y se encuentra nominada por segunda vez a los premios más importantes de la industria del cine. Por si esto no fuera suficiente alegría, comparte el honor con el hombre que la acompaña en el camino desde hace mucho años: Javier Bardem, el padre de sus hijos. A esto se le suma la tranquilidad de haber vuelto a vivir al país que la vio nacer literalmente y también como estrella.
A un talento incontestable se le suma su buen gusto a la hora de recorrer una alfombra roja. Con el blanco y el negro por bandera, Penélope hace alguna que otra concesión al color cuando se siente cómoda. Es embajadora de la elegancia parisina de Chanel y sabe muy bien lo que le favorece. Esto aplica no solo a su destreza a la hora de escoger los mejores estilismos, sino también a su beauty look.
Es en el peinado donde realmente reside lo interesante de su apuesta beauty. A la intérprete le encanta jugar con los flequillos, prefiere tener una prótesis y ponerlo y quitarlo cuando le apetece que pasar la tijera por su melena y verse obligada a lucirlo siempre. Y no hay mayor demostración de ello que los dos looks que lució para esta presentación Penélope: para la mañana optó por un peinado sin flequillo, con pelo liso y raya al medio. Pero por la noche llegó la sorpresa.
En su segunda aparición del día transformó su rostro y volvió a colocarse el flequillo recto que luce en las grandes ocasiones -como cuando recogió su Oscar-. Este gesto enmarca el rostro de la intérprete y le confiere cierto aire aniñado que ofrece el contraste perfecto a su intenso maquillaje. Esta vez la intérprete española quiso rendir homenaje a las divas del cine de épocas pasadas y complementó su flequillo recto con un semirrecogido con gran volumen en la zona de la coronilla.
Este gesto conecta directamente con los peinados que recordamos de grandes mujeres del cine como Brigitte Bardot, quien popularizó los peinados con cardados XXL. Penélope lució una melena con mucho brillo y las puntas ligeramente peinadas hacia dentro. Con esta camaleónica actitud, la española nos da una lección: hay que perder el miedo a jugar y a divertirse con los peinados. El pelo está para experimentar y vernos de ciento y una manera diferentes.
Un maquillaje con sello propio
La madrileña lució un maquillaje muy parecido y fiel a su estilo en los dos actos. Aunque estamos acostumbrados a ver a Penélope últimamente con la piel muy natural, potenciando incluso sus pecas naturales sobre la nariz, para este día quiso usar una base de alta cobertura que le proporcionó un acabado homogéneo y una piel luminosa. Aplicó un colorete tostado siguiendo el hueso del pómulo. Esto, por un lado, aporta volumen al rostro y por otro contornea el rostro dándole forma.
Como suele ser habitual la actriz puso el foco de atención en la mirada resaltando sus ojos negros. Para el día se limitó a enmarcar su mirada con un grueso eyeliner negro, como ya propuso su firma de cabecera en su último desfile. Para la noche añadió intensidad oscureciendo el extremo exterior del ojo y puso una sombra clara de manera sutil en el resto del párpado para aportar luminosidad. En los labios sin embargo sí que hay una ligera modificación: para el día apuesta por rosa medio, con acabado mate, que perfila en un tono más oscuro y para la noche cubre su boca de brillo.
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