Todo lo que debes saber sobre el trasplante de cejas
Los 70, y antes los años 20, pusieron de moda las cejas hiperfinas, pero ahora manda todo lo contrario, unas cejas bien definidas pero tupidas. Si, por genética, por un exceso en el uso de la pinza o por haber pasado por un proceso de quimioterapia, tus cejas tienen calvas o son demasiado finitas, el trasplante es una buena forma para repoblarlas de manera definitiva y transformar tu mirada.
Esta técnica resulta mucho más natural que el microblading, pues no te las estás pintando, aunque sea en forma de tatuaje permanente, sino que las estás repoblando y ese pelo ya no se cae, seguirá creciendo. ¿Cuál es el proceso?
Lo primero es decidir, junto con el médico, el diseño; ahora que puedes, aprovecha y dibuja una forma con un ligero efecto lifting. Valora, además, cuán pobladas quieres que estén y cómo de gruesas te gustan.
A continuación se realizan microinjertos –uno a uno– de nuestro propio pelo, lo que explica que el resultado sea tan real. Se extraen unidades foliculares de la nuca, pues por el grosor es el que mejor encaja, y se van colocando con el mismo grado de angulación que el vello existente, ya que esa es una de las claves para que la intervención pase inadvertida. Y si te lo estás preguntando, sí duele… si te lo haces a pelo, por eso este procedimiento se realiza con anestesia local, para que no tengas molestias.
Dependiendo de la cantidad de vello que haya que injertar (entre 70 y 300 pelos, habitualmente), la intervención será más o menos larga (oscilará entre 3 y 6 horas). Por norma general, solo se necesita una sesión. Los días posteriores resulta un poco molesto, pues la zona sufre una ligera hinchazón durante unos diez días y van saliendo unas costras, que se caen a la semana. Nada que no puedas soportar.
Piensa en la buena noticia: el trasplante de cejas es definitivo y no deja ninguna cicatriz si se hace bien. Eso sí, este tratamiento, que oscila entre los 3.000 y los 5.000 euros, no está indicado en todos los casos. Por ejemplo, en la alopecia cicatrizante o lupus, no funciona, así que antes de nada conviene averiguar la razón de la despoblación de tus cejas.
Un aviso final: a partir de ahora sé muy comedida con el depilado, si es que lo necesitas, en cuyo caso, sugerimos que lo dejes en manos de un profesional. Mejor limítate a recortar periódicamente con tijeras los pelitos que vayan creciendo. Y si quieres perfeccionar el resultado, hazte con algunos básicos de maquillaje para cejas.
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