¿Tu piel está más seca o más grasa de lo habitual? Estas son las razones y así puedes evitarlo
Tras un mes de cuarentena hemos tenido tiempo de sobra para probar todos los tratamientos caseros posibles, hemos sacado partido a las mascarillas que nunca creímos que utilizaríamos e incluso hemos apostado por tratamientos que, en otro momento, serían imposibles pero ahora tenemos todo el tiempo del mundo. Y a pesar de estos cuidados extra, nuestra piel está peor que cuando todo esto comenzó. Pero ¿por qué?
El confinamiento ha traído consigo una variedad de inconvenientes que, entre otras cosas, han provocado que nuestra piel sufra las consecuencias. Los problemas pueden ser diversos, y en algunos casos no hay más solución que esperar a que regrese la normalidad. Pero estas son algunas de las causas por las que tu piel se ha descontrolado y los remedios que puedes utilizar para evitarlo.
En este momento de nuestra vida tan desconcertante todos estamos estresados, aunque no seamos tan conscientes de ello como en otras circunstancias. Y este estrés puede desencadenar niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, que causa un desequilibrio metabólico general en el cuerpo. Para las mujeres, además, esto disminuye la producción de estrógenos, algo que termina enviando a nuestras glándulas sebáceas el mensaje de que hay que producir más grasa. Así nuestros poros se hinchan, y nuestra piel se resiente. Evitarlo no es fácil, y la relajación puede ser el único remedio.
La falta de sueño es otra de las razones por las que nuestra piel puede resentirse, ya que nuestro cuerpo produce más cortisol y puede empeorar afecciones como eccemas o acné. Luchar contra el insomnio no es fácil, pero si por la noche no conseguimos conciliar el sueño tal vez podamos recuperar algo con una siesta vespertina.
El tiempo que pasamos en casa, con la calefacción y la ausencia de sol y aire fresco es otra de las razones por las que nuestra piel se resiente. El aire seco provoca que nuestra piel se sienta muy seca, algo que puede provocar irritaciones e incluso acné. Para combatirlo es recomendable utilizar productos humectantes que contengan urea o glicerina. Un humidificador también será un buen aliado para ayudar a nuestra piel, pero si no lo tenemos, podemos colocar cuencos de agua en los lugares en los que pasamos más tiempo.
Otra de las consecuencias de no poder salir a la calle es la falta de vitamina D, algo que podremos corregir con alimentos y suplementos de vitamina D. Y si cuando salimos utilizamos mascarilla, la piel del rostro puede resentirse a causa de la humedad que se crea en la zona que cubre. Para corregirlo, podemos seguir las pautas que explicamos aquí, y que consisten en proporcionar a nuestra piel la limpieza y la hidratación que necesita.
Por último, el aumento del consumo de alcohol que ya han evidenciado los estudios sobre las compras realizadas en las últimas semanas también pueden pasarnos factura. Cuando bebemos alcohol nuestra piel se seca y puede verse arrugada, además de causar hinchazón en la cara. A no ser que se trate de una ingesta excesiva, es probable que esta no sea la única razón por la que nuestra piel esté descontrolada, por lo que debemos valorar si merece la pena renunciar a ese pequeño placer que supone una copa de vino en la cena. Y pensar que cuando todo esto termine, nuestra piel volverá a su estado natural.
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