Dos empleados de la casa de Meghan y Harry se marchan al palacio de Buckingham
SI hacen falta más pistas de que Harry y Meghan Markle no piensan pasar mucho tiempo en el Reino Unido una vez fructifique su plan de mudarse a Norteamérica, los dos empleados permanentes de Frogmore Cottage tienen una: sus puestos de trabajo. Según el Daily Mail, tanto la persona encargada de la gerencia del hogar como la responsable de la limpieza, han sido informados de que su puesto como internos en la casa de los duques de Sussex ya no es necesario. Eso sí, como sus empleos dependían de la Corona, se les han ofrecido nuevos puestos en Buckingham.
El resto de trabajadores de la casa -temporales, puesto que Harry y Meghan operaban con un mínimo de personal fijo- también habrían sido puestos al corriente de la nueva situación, según el tabloide inglés. Frogmore Cottage dejaría así de ser un hogar para convertirse en lo que era antes de que Harry y Meghan Markle se instalasen allí pocas semanas antes del nacimiento de Archie: una propiedad más de The Crown Estate, el poderoso brazo inmobiliario de la reina.
La casa de campo, con más de tres siglos de antigüedad, todos ellos en manos de la Corona, fue reformada con dinero público: 2,6 millones de euros del Fondo Soberano. Una opción que levantó quejas, pero que resultaba más barata que la reforma del Apartamento 1 de Kensington, la alternativa para los duques y cuya indispensable reforma habría superado los 4,7 millones de euros sobre el papel. Gran parte de ellos para eliminar el amianto con el que fue construido, un material que no conjuga bien ni con los recién nacidos ni con la vida humana, en general.
Frogmore Cottage, una vivienda modesta para los estándares de la Corona y que puntúa en la escala más baja del patrimonio protegido del Reino Unido -"edificios de especial interés"- tampoco perteneció nunca a la pareja, ni fue "un regalo" de la reina. Sino una cesión de un edificio de la Corona -es decir, patrimonio de la institución que encarna Isabel II, no de su persona, que si tiene castillos propios a su nombre, como Balmoral, etcétera- por su papel como "royals trabajadores", los miembros de la familia real británica que representan directamente a la Corona en nombre de su majestad. A la espera de saber si continuará con su función de "casa para royals" o volverá a sus orígenes en las últimas décadas: residencia para trabajadores. Antes de que Harry y Meghan pidiesen salir de Kensington para tener su propia casa, Frogmore Cottage estaba dividida en cinco apartamentos para empleados de la Corona.
La recolocación del personal de Harry y Meghan Markle también indica otra cosa: la reina Isabel II ha asumido de forma expeditiva la decisión de su nieto predilecto. En todas las decisiones concernientes a Frogmore Cottage -salvo la propiedad de los muebles y la decoración, que fueron pagados del bolsillo privado de los Sussex-, la última palabra la tiene la abuela de Harry.
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