El favorecedor vestido semitransparente de Doña Letizia

Tras su viaje de cooperación a Mauritania, Doña Letizia ha retomado su agenda oficial y ha viajado hasta Cartagena (Murcia) para presidir el acto de entrega de la bandera nacional a la Fuerza de Guerra Naval Especial. Una solemne ceremonia que ha tenido lugar en el muelle Juan Sebastián Elcano y para la que la Reina de España ha vuelto a confirmar que el blanco es uno de sus colores fetiches para el verano.

La monarca ha hecho gala de su elegancia y ha brillado con un vestido de corte midi semitransparente sin mangas y cuello redondo, confeccionado con encaje de guipur que formaba diferentes estampados florales por todo el cuerpo. Una silueta muy favorecedora que concluía con ligero vuelo en la parte inferior y potenciaba la figura y el tono de piel de Doña Letizia.

Un vestido blanco original y atractivo que bien podría ser la inspiración para futuras novias. Otras como Kate Middleton, también han apostado por diseños similares recientemente dejando ver el poder del blanco en la realeza y el auge del encaje dentro del sector.


La royal completaba la elección con stilettos en azul celeste de Magrit, una de sus firmas de referencia. En cuanto al peinado, Doña Letizia recurría a un sofisticado recogido bajo que elevaba la propuesta y dejaba protagonismo a las únicas joyas que llevaba, los pendientes de topacio azul de Bulgari.

El significado tras la apuesta por el blanco

La elección del look no ha sido casual. Con ella, la Reina reafirma el amor por los diseños en color blanco para los actos marcados en rojo en la temporada estival -hace tan solo unas semanas recurría a una pieza en esta tonalidad para recibir en el Palacio Real al emir de Catar, Tamim Bin Hamad Al Thani, y su esposa, Jawaher Bint Hamad Bin Suhaim Al-Thani-.


Asimismo, Doña Letizia mantiene la fórmula de estilo por la que ha optado en este tipo de actos de entrega de bandera desde hace casi una década, concretamente desde 2014, y que nada tiene que ver con los sobrios estilismos en color negro, largos y acompañados de mantilla, que tantas veces llevó la Reina Sofía, las propias infantas e incluso ella cuando era princesa de Asturias.

Un golpe en la mesa contra las tradiciones anticuadas dentro de la corona española, que Doña Letizia ha adaptado a los tiempos actuales de forma tan sutil como efectiva.




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