Gwyneth Paltrow se sincera y habla sobre la dureza de la fama
Hace treinta años que la actriz Gwyneth Paltrow debutó en pantalla. Fue la película ‘Grita‘ (1991), dirigida por Jeffrey Hornaday la que le dio la oportunidad de saltar a la Gran Pantalla y, desde entonces, la actriz no ha dejado de cosechar éxitos.
Tanto es así que más allá de su faceta de actriz, ha cultivado una trayectoria indudable en el mundo de la moda y la belleza, posicionándose como uno de los referentes más perseguidos por los mass media. Incluso, cada palabra de Gwyneth ocupa titulares segundos después de pronunciarla.
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Y ser tan conocido tiene grandes ventajas, pero también una amplia lista de contras. Así lo ha manifestado ella misma durante su charla con Anna Faris en su podcast Anna Faris is Unqualified, en el que habló de la dureza que trae consigo la fama. No dudó en contar su situación y en admitir haber perdido parte de su vida adulta por ser una de las celebridades más perseguida del panorama artístico internacional: «La parte surrealista es haber sido famoso básicamente toda mi vida adulta. Así que no sé lo que significa ser un adulto sin todo el escrutinio y todas las cosas maravillosas y terribles que vienen por ser una persona famosa «.
Gwyneth incluso fue un paso más allá durante la conversación y habló del sentimiento de farsa y las inseguridades que sintió al ganar el Oscar cuando tenía tan solo veinte años, por su papel en la película ‘Shakespeare in Love’: «Fue el momento más extraño, más surrealista y, ya sabes, también estás un poco avergonzada de estar nominada para un Oscar. Tienes el síndrome del impostor y piensas: No puedo ni creer que esto esté pasando. Ni siquiera soy tan bueno. ¿Todos me odian?».
También habló con la actriz de ‘Scary Movie‘ sobre la sensación de soledad que a menudo invade a las celebridades. Afirmó que tras ganar este premio, al contrario de lo que podría imaginarse, Gwyneth se sintió abrumada y más sola que nunca.
«Y además, es tan transitorio, siempre estás en boca de todo el mundo. Es difícil plantar raíces. Soy una persona hogareña. Ya me conoces, me gusta estar con mis viejos amigos y cocinar y exprimir a mis hijos . No quiero estar solo en una habitación de hotel en Budapest durante seis semanas. Simplemente no soy así «, concluyó.
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